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El exlanzador cubano Rafael Rojas Isla falleció este viernes en Sancti Spíritus a los 72 años, después de librar una batalla por la sobrevivencia que implicó un llamado familiar de ayuda para conseguir los insumos médicos de emergencia.
Rojas falleció murió cerca de las 10 a.m. en el Hospital Provincial "Camilo Cienfuegos" de la capital espirituana, según confirmaron a CiberCuba fuentes familiares.
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Rojas fue operado de apendicitis hace un mes y luego de la cirugía hizo una peritonitis. Regresó al hospital por una bronconeumonía bacteriana y se encontraba ingresado en estado grave, afectado además por una dolencia cardíaca.
Su caso saltó a las noticias esta semana luego de que su hija lanzara un urgente pedido en redes sociales para conseguir una sonda 20 de balón que su padre necesitaba en medio de la gravedad. El hospital no contaba con el tipo de sonda para asistir al paciente, ni siquiera en la sección de Urología.
Rojas, nacido en 1950 en Placetas, antigua provincia de Las Villas, Rojas jugó en los equipos de Jíquima de Peláez, en la pelota de base de primera categoría del regional Sancti Spíritus, y en dos ocasiones integró los equipos de la provincia de Las Villas en la Serie Nacional. Fue campeón nacional con Azucareros en 1972.
"Rojas era un lanzador con una velocidad supersónica, de fuerte complexión física y gran estatura, con cualidades para llegar lejos en el béisbol", dijo Edmundo González, exentrenador e historiador de la pelota en Sancti Spíritus.
Su paso por los torneos nacionales fue efímera, con participación en apenas seis juegos, dos iniciados y una derrota. Su carrera estaba en pleno despegue cuando un lamentable accidente en un partido, durante un torneo regional en Sancti Spíritus, descarrió su concentración e interés en el béisbol.
En un juego en el estadio de Jíquima de Peláez, Rojas golpeó en la cabeza al bateador Orestes Peña, integrante de la selección de Sancti Spíritus y considerado una de las grandes promesas de la pelota villareña. Peña sufrió una fractura de cráneo y severos daños cerebrales que le causaron la muerte días después, el 28 de junio de 1973.
"Aunque fue un accidente, Rojas se sintió emocionalmente desbaratado con lo sucedido y nunca más fue el mismo", recordó González. "Estuvo en el velorio y se le vio abatido".
El plenitud de facultades, Rojas perdió el foco de interés el el béisbol y se apartó de los terrenos con apenas 25 años.
Su sepelio se efectuó este este viernes en el cementerio municipal de Cabaiguán.
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