El diario oficialista Venceremos, de la provincia cubana de Guantánamo, lanzó fuertes críticas al régimen por lo que consideró un mal manejo de la crisis generada en todo el país por el apagón masivo del pasado 27 de septiembre.
"Nos faltó la electricidad, básicamente, y todo cuanto implica: Pero no fue lo único. Faltó, para decirlo en pocas palabras, acompañamiento, alternativas concretas, información oportuna por todos los medios a la mano, los nuevos, los sofisticados y los de siempre", dijo el rotativo, en una crítica inusual de la prensa cubana.
En un artículo titulado "Hablemos del apagón" y firmado por la periodista Lilibeth Alfonso Martínez, el medio guantanamero recordó que "vivimos una situación excepcional sin los aseguramientos que, normalmente, se movilizan en el país ante circunstancias similares"; e indicó que en la tarde noche del 27/09 varias familias se quedaron sin comer.
Faltó "la información sobre la situación en sí –la generación cero del Sistema Eléctrico Nacional (SEN)– y el resto de los servicios básicos: qué pasaría con los bombeos de agua, los servicios en pipas, la producción del pan de la canasta básica", cuestionó.
El medio señala que la responsabilidad sobre ese apagón y el manejo de la crisis "debía ser orquestada por los diferentes órganos del Poder Popular, desde el Gobierno hasta los barrios, y viceversa".
"Solo la Empresa Eléctrica manejó, en las peores horas, algunas informaciones. (...) ¿Por qué, ante la imposibilidad de ver la televisión o escuchar la radio, y la realidad de muchos barrios de la ciudad y más allá, donde la falta de fluido eléctrico implica quedarse sin cobertura móvil y telefonía fija, no se echaron a andar los autos parlantes, y el “boca a boca” promovido por las organizaciones de masas?", destacó.
Prosigue Venceremos: "¿Por qué no se organizó una respuesta concreta a las necesidades y urgencias de la población, esa que se quedó sin electricidad para cocinar los alimentos ni posibilidades de conservarlos apropiadamente; sin carga en los celulares, los radios, las lámparas…?"-
Tras decir que la solución para muchas familias llegó de la solidaridad de la propia gente del pueblo, Alfonso Martínez pregunta ¿por qué el Gobierno no "organizó que los centros estatales con planta, o en circuitos a los que se les priorizó la poca electricidad que generaron los grupos electrógenos locales, dieran ese servicio a la población más cercana?".
Recuerda que en otros momentos de crisis "se ha vendido a precios subsidiados comida preparada o semielaborada, agua potable a la población. ¿Por qué no durante el apagón entonces si se sabe cuántas familias dependen de la electricidad para cocer sus alimentos, hay crisis con el gas licuado y el saco de carbón anda por los 500 pesos?", dijo la reportera.
Afirma que la principal víctima de tal deficiencia fue "la población más envejecida, los más vulnerables: ellos también forman parte del todos, ellos son la máxima expresión del todos al que se debe la Revolución".
El pasado 27 de septiembre, en un hecho sin precedentes, Cuba entera se quedó bajo un apagón general a causa del colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), según informaron fuentes oficiales en un breve comunicado.
Ese día la Unión Eléctrica confirmó en Facebook, pasadas las 8:00 p.m. (hora de Cuba), que "el Sistema Eléctrico Nacional tenía una condición excepcional, 0 generación eléctrica (sin servicio eléctrico el país)" por una falla "en los enlaces occidente, centro y oriente".
Por más de 12 horas muchos hogares permanecieron a obscuras, pero en algunas provincias como La Habana, el apagón se prolongó por seis días, con el consiguiente corte del servicio de agua potable, lo que generó masivas protestas en la capital del país.
Por su parte, en las zonas más afectadas por el huracán Ian, todavía hay poblados sin electricidad, sin que los medios estatales de la isla se cuestionen la situación de las familias en estas zonas.
Según datos compartidos el pasado jueves en la cuenta de Twitter de la Presidencia de Cuba, en Pinar del Río aún permanecen evacuadas 1,061 personas en 21 centros de protección; solo se ha restablecido el 19,8% del servicio eléctrico; hay 68,370 viviendas afectadas, de las cuales 7,664 con derrumbes totales, además de 64 escuelas que aún no han podido recomenzar el curso escolar.
En algunas localidades de esa provincia el malestar de los damnificados ha ido creciendo y critican al gobierno por dejarlos abandonados a su suerte.
"Aquí no ha venido nadie", aseguraron residentes del municipio San Juan y Martínez, que sufre, como muchos otros, las consecuencias de un fenómeno natural de categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson que provocó daños con sus vientos de más de 200 km/h.
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