El bombero cubano José Rolando Pozo Ortega, quien sufrió graves quemaduras en el incendio de la zona industrial de Matanzas, fue dado de alta del hospital Calixto García de La Habana.
"Con mucho orgullo le damos de alta a José Rolando Pozo Ortega, bombero que sufrió graves quemaduras en el incendio de la Base de Supertanqueros en Matanzas. Hoy este valiente, agradece al equipo de nuestra institución por su vida. Nunca te rindas, ni a lo imposible", anunció la institución de salud en su Facebook.
El paciente de 62 años, quien labora como chofer del Comando Uno de Bomberos de Zulueta y Corrales, en La Habana, volvió a su casa el pasado miércoles.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, señaló que se siente mejor de salud y que está emocionado por poder ver a su familia, tras más de dos meses luchando por su vida.
El día del incendio, se encontraba apoyando a sus compañeros en la extinción de las llamas, cuando sintió un golpe de aire y una llamarada que lo envolvió.
"No sé cómo salí de ahí, perdí la conciencia y cuando desperté estaba en el hospital de Matanzas, donde me dieron primeros auxilios y luego me enviaron para la capital", detalló.
José Rolando llegó al Calixto García con quemaduras en el 26 por ciento de su superficie corporal.
"Yo estuve mal, de hecho, según cuentan, a mí me arrebataron de la muerte", dijo al telecentro Canal Habana.
Según Dayamí Saldívar Castillo, responsable del equipo de caumatología de la unidad de quemados del hospital, el herido presentaba quemaduras profundas de tercer grado en el cuero cabelludo, la cara, el tronco posterior y los miembros superiores e inferiores, por lo que su pronóstico era de crítico extremo con peligro para la vida.
El tratamiento incluyó varios tiempos quirúrgicos de autoinjerto de piel, necrectomía, tratamiento de vitaminas y apoyo nutricional. A partir de ahora, recibirá un tratamiento ambulatorio y otro específico posterior para evitar secuelas o cicatrices retráctiles.
"Es duro todo lo que hay que pasar y todas esas cosas, pero con este equipo, hasta afuera", dijo Pozo Ortega, en reconocimiento a los especialistas que lo atendieron, a quienes agradeció por haberlo salvado.
Aún con marcas en su piel, el herido reveló que cuando esté bien del todo se incorporará a su trabajo en el comando de bomberos.
"Esa es mi vida y ahí me retiraré", recalcó.
Por el momento, sus planes son reunirse de nuevo con sus hijos, sus nietos, su esposa y sus amigos.
"Cuando me recupere totalmente la primera visita, eso lo prometí, va a ser aquí [al hospital]. Vengo como visitante, a verlos, porque esto no se olvida, yo no los voy a olvidar, a ninguna de estas personas que están aquí", subrayó.
En este momento, solo queda una persona ingresada por las lesiones sufridas en el incendio en Matanzas. Se trata de un hombre que se encuentra en el hospital Hermanos Ameijeiras, de la capital, según informó el Ministerio de Salud Pública.
La semana pasada el bombero Alexander Santillano Dasent, jefe del Comando Uno del municipio Habana Vieja, fue dado de alta tras permanecer varios meses en el Calixto García, donde ingresó con graves quemaduras por la explosión.
El 2 de otubre, Omar Ravelo, chofer de una pipa de agua gravemente herido durante el siniestro, falleció en el mismo hospital. Con su muerte se elevó a 17 el número de víctimas de la tragedia.
Ravelo, de 63 años, presentaba una falla considerable en varios órganos, incluyendo riñón, sistema digestivo y respuesta inmune.
Según la información ofrecida al portal 14 y medio por un trabajador de salud del centro, sufrió un paro cardíaco del cual no pudieron sacarlo los médicos.
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