El gobierno de Estados Unidos anunció este martes una ayuda de $2 millones de dólares a Cuba para paliar el desastre causado por el huracán Ian y favorecer a los damnificados tras el paso de la tormenta.
En un comunicado, la administración de Joe Biden dijo que la ayuda humanitaria llegará al pueblo cubano a través de "entidades internacionales confiables que trabajan directamente con los residentes de comunidades devastadas por la tormenta", y señaló que el proceso será encargado a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Estados Unidos trabajará con organizaciones independientes que tienen una larga presencia en las comunidades afectadas por huracanes, como la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja Internacional (FICR) y la Media Luna Roja, para proporcionar esta ayuda, detalló el documento.
"Apoyamos al pueblo cubano mientras trabaja para recuperarse de este desastre. Estados Unidos continuará monitoreando y evaluando las necesidades humanitarias en coordinación con nuestros socios de confianza y la comunidad internacional, y continuaremos buscando formas de brindar un apoyo significativo al pueblo cubano, de conformidad con las leyes y regulaciones de Estados Unidos", dijo Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, en la declaración.
Price enfatizó que el gobierno estadounidense está junto al pueblo cubano en sus esfuerzos para recuperarse del desastre.
"Estados Unidos continuará monitoreando y evaluando las necesidades humanitarias en coordinación con nuestros socios de confianza y la comunidad internacional, y seguiremos buscando formas de proporcionar un apoyo significativo al pueblo cubano, en consonancia con las leyes y reglamentos de Estados Unidos", expresó el funcionario.
La decisión de la administración de Joe Biden se da a conocer después de versiones extraoficiales que circularon desde comienzos de este mes sobre la consideración de una posible ayuda tras una inédita solicitud de Cuba. Un funcionario en Washington había adelantado que Estados Unidos valoraba la petición de La Habana mientras se cuantificaba el alcance de los daños provocados por Ian.
"El paso que ha dado hoy la administración Biden ofreciendo ayuda humanitaria al pueblo cubano va en la dirección correcta", dijo el excongresista demócrata Joe García. "Es lo que hace una persona de valores y es lo que hace un gran país y una sociedad democrática cuando ve a un vecino que sufre una catástrofe".
Es la segunda ocasión en que la USAID -organismo fustigado por el régimen cubano por su respaldo a activistas y grupos independientes en la isla- se involucra en una iniciativa de ayuda en sintonía con las autoridades gubernamentales. El pasado agosto el gobierno cubano hizo un pedido formal de asistencia técnica a Washington a raíz del devastador incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas y la USAID proporcionó finalmente 43 equipos de extinción de incendios y está en el proceso de adquirir equipos adicionales para enviarlos.
La aceptación oficial de Cuba cobra una particular significación diplomática y podría descongestionar ciertos asuntos de interés bilateral.
El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla saludó el gesto humanitario. "Agradecemos el ofrecimiento de ayuda humanitaria de Estados Unidos. El aporte material valorado en 2 millones de USD por vía de la Federación Internacional de la Cruz Roja contribuirá a nuestros esfuerzos de recuperación y apoyo a los damnificados por los estragos del #Huracán Ian", dijo el funcionario en Twitter.
En ocasiones anteriores en que Cuba sufrió huracanes, Estados Unidos había ofrecido ayuda humanitaria, pero el gobierno de La Habana y, particularmente Fidel Castro, la habían rechazado.
Pero la decisión se ha complicado con la furia de Ian sobre Cuba, y representantes de ambos países están intercambiando mensajes y favoreciendo contactos diplomáticos con más frecuencia de la acostumbrada, en momentos en que la crisis económica ha derivado en un éxodo marítimo y por la frontera mexicana de más de 200 mil cubanos durante el último año.
El régimen cubano contabilizó en 118,542 las viviendas afectadas en el occidente del país tras el impacto de Ian, de ellas 14,283 por derrumbes totales y 88,318 con daños totales o parciales en el techo. Las mayores afectaciones se localizan en las provincias de Pinar del Río y Artemisa, aunque hay también más de mil inmuebles dañados en La Habana.
El paso del huracán también agravó la situación de la ya deteriorada red eléctrica nacional, con una oleada de apagones a causa de la salida de servicio por averías y fallos reiterados en las principales termoeléctricas del país. Tras la embestida del ciclón se produjo un apagón total por el colapso del sistema energético, el pasado 27 de septiembre.
Los prolongados apagones se han convertido en fuente cotidiana de inconformidad popular, desatando múltiples protestas públicas a lo largo del país.
La ayuda de $2 millones de dólares se suma a la contribución de emergencia por un millón de euros, ofrecida por la Unión Europea tras conocerse los estragos de Ian sobre el territorio cubano. La pasada semana la ONU presentó un plan de $42 millones de dólares para ayudar a unos 800 mil cubanos afectados por el siniestro.
Pero el capítulo de la ayuda de emergencia de la USAID a Cuba por Ian podría estar apenas en una primera fase exploratoria y no se descartan otras contribuciones a mediano plazo.
Un funcionario en Washington dijo este martes a CiberCuba que altos representantes de la administración Biden están interesados en observar la viabilidad de esta primera entrega de $2 millones y verificar que la ayuda llegue a los necesitados.
"Hay una disposición de ayuda al pueblo cubano y queremos asegurar que todo llegue a los destinatarios de una forma efectiva", dijo el funcionario que pidió no ser identificado. "No queremos cerrar las puertas de la contribución a la gente que lo necesita en estos momentos difíciles".
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