El cantautor cubano Fernando Bécquer, condenado a cinco años de limitación de libertad por cometer abusos sexuales contra una treintena de mujeres, fue captado este martes caminando por el Vedado habanero.
“Hoy el puerco de Bécquer, abusador de más de 30 mujeres y sentenciado (según la dictadura) a 5 años de prisión domiciliaria, se pasea por las calles del Vedado como si nada hubiera pasado…”, dijo el activista Adelth Bonne Gamboa en sus redes sociales, compartiendo imágenes del trovador paseando por una calle.
El caso del músico ha causado polémica y la sentencia ha sido considerada como insuficiente por diversos actores de la sociedad civil y el activismo por los derechos de la mujer.
“La limitación de libertad como sanción subsidiaria de la privación de libertad, es excesivamente benigna, al punto de contemplar la posibilidad de cancelar los antecedentes penales una vez cumplida la misma. Y así viene sucediendo desde hace años en casos de abusos lascivos hasta contra niñas, niños y adolescentes, bajo el silencio de esta institucionalidad disfuncional. Vergüenza, mil veces vergüenza”, expresó la plataforma feminista YoSíTeCreo en Cuba.
Además, consideraron que “esta condena no repara a sus víctimas, que al menos ya pueden cerrar este largo ciclo de revictimización, ciberacoso y demora del juicio”, ni tampoco “contiene a un depredador sexual ni protege a potenciales víctimas futuras”, aunque, enfatizan, “sí manda un mensaje de permisividad del Estado cubano hacia el abuso lascivo y hasta de menores de edad”.
“Esta es la ‘justicia revolucionaria’ a la que se refiera la FMC”, indicó Bonne Gamboa en su post de este martes, haciendo referencia a las tibias declaraciones de la oficialista Federación de Mujeres Cubanas que, a través de su secretaria general, Teresa Boue, expresó que “según el debido proceso, la sanción [de Bécquer] aún no es firme”.
“Tanto las víctimas, como la Fiscalía y el acusado tienen el derecho a apelar. Acompañaremos a las víctimas desde la FMC si deciden hacerlo”, indicó la organización en su escueto pronunciamiento a través de Twitter.
Otros integrantes de la sociedad civil cubana independiente también consideraron indignante la sanción al trovador.
Para el periodista José Raúl Gallego, Cuba es un “país donde recibes hasta 20 años de cárcel por salir a la calle a pedir libertad; pero si alabas al régimen puedes agredir sexualmente a decenas de mujeres (incluidas menores de edad) durante varias décadas y recibir como pena cinco años de trabajo correccional sin internamiento, a cumplir en tu casa, en la misma casa donde se cometieron los delitos”.
Por su parte, la periodista independiente Mónica Baró, quien acompañó al periodista Mario Luis Reyes en la investigación de El Estornudo, consideró que la sanción a Becquer “es una condena de mierda”.
“En las cárceles cubanas hay cientos de personas presas por salir a la calle con un cartel, por expresar su inconformidad con este régimen, que enfrentan condenas tres veces mayores. Y este sujeto, que hizo daño, que generó traumas, que afectó drásticamente la vida de tantas mujeres, algunas desde antes de ser mayores de edad, va a pasar apenas cinco añitos cómodo en su casa o no sé dónde”, argumentó Baró.
Según consideró, “este hombre [Bécquer] es un peligro auténtico para la sociedad. No solo es una cuestión elemental de justicia hacia sus víctimas que esté tras las rejas sino de protección hacia otras posibles víctimas”.
En ese sentido se manifestó también Bonne Gamboa en su publicación de este martes. “Si usted lo ve por la calle [a Bécquer], no se quede de brazos cruzados. Es un criminal que anda suelto con la complicidad de la Dictadura Cubana”, denunció.
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