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La joven cubana Diulis Vázquez, la única mujer de un grupo de cuatro cubanos que entraron como polizones a un barco que viajaba a la ciudad estadounidense de New Orleans, reveló que para hacerlo se disfrazó de hombre.
"Me disfracé de hombre y así pude entrar al barco, disfrazada de hombre, porque allí no pueden estar mujeres", reveló desde su casa en La Habana al periodista Javier Díaz, de Univisión.
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Diulis y sus tres acompañantes fueron deportados a Cuba, tras ser detenidos el domingo pasado a bordo del buque Green Maverick, que transporta pollo a la Isla.
"Nos descubrieron y nos hicieron creer que nos iban a llevar a New Orleans, y lo que hicieron fue regresarnos a Cuba", lamentó.
Diulis, su novio y dos amigos, entraron ilegalmente a la embarcación el pasado viernes 28 de octubre, y lograron mantenerse ocultos dentro de un bote hasta el sábado por la tarde, cuando fueron detectados.
Su novio, nombrado Andry Toledano, y otro de los polizones, identificado como Yordi Simon, trabajaban en el puerto de La Habana. El otro integrante del grupo es un amigo del barrio llamado Dayroh Alfonso.
Los tres siguen presos en Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado. Ella fue dejada en libertad.
"Están detenidos, vamos a ver hasta cuándo", dijo la joven.
Diulis teme lo que pueda pasarles, especialmente a los dos trabajadores del puerto, por haber dejado entrar a personal ajeno a la instalación.
En declaraciones a América TeVe, la polizona contó que fue un ruso quien los descubrió escondidos en una especie de bote que tenía el buque carguero detrás.
"Nos pusimos de rodillas, le suplicamos que nos dejara seguir, que nos soltara en cualquier lugar, pero no nos hizo caso", dijo.
Vázquez precisó que después les dijeron que los llevarían a New Orleans y ellos se fueron a dormir. Al despertarse, la tripulación del barco ya había llamado a la Guardia Costera cubana.
"Llegamos el lunes a Cuba y nos llevaron directo a hacernos interrogatorios en la policía. A mí me liberaron en horas de la noche...", añadió.
En 2016, tres cubanos involucrados con la realización de la película Rápido y Furioso 8, que se filmó en La Habana, llegaron a Estados Unidos como polizones de un barco que devolvía el cargamento de equipos usados en la filmación.
Aunque no fueron reveladas sus identidades, se conoció que eran tres choferes contratados por la producción americana para transportar los camiones con equipos por la ciudad. Los cubanos fueron descubiertos a su arribo a Port Everglades, al sur de Florida.
"A la hora de montar los equipos en el barco que los trasladaría de regreso a Estados Unidos, ellos (los choferes) se quedaron dentro de la embarcación", explicó entonces el periodista de Univisión Mario Vallejo.
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