La insuficiente capacidad de generación del sistema electroenergético nacional (SEN) amenaza con retrasar la reparación del puente Canímar, ubicado en el kilómetro 119 de la Carretera Central, entre el municipio de Limonar y la ciudad de Matanzas.
Los apagones diarios, agudizados por la salida del SEN de la termoeléctrica Antonio Guiteras (la mayor central generadora del país) están provocando retrasos en unas obras que requieren de un gran número de soldaduras eléctricas.
La estructura del puente de hierro está en grave estado de deterioro, al punto de que en 2020 se declaró impostergable su cierre para repararlo, una decisión que vino a materializarse dos años después, en octubre pasado.
Sin fluido eléctrico para la soldadura metálica, los obreros trabajan con un grupo electrógeno que les permite soldar en un solo punto, en vez de los cuatro que están previstos que actúen los soldadores de forma simultánea.
A ello se suma las condiciones en las que pernoctan los trabajadores desplazados hasta la obra, sin ventilación por la noche, cuando las temperaturas no difieren mucho de las que soportan durante el día, mientras sueldan las piezas que se incrustarán en el puente.
Así le contó a Cubadebate, Miguel Ángel Paz Chil, presidente de la cooperativa no agropecuaria Sancof, entidad que lleva a cabo la reparación de un puente casi centenario, quien se queja de que la limitación eléctrica hace imposible soldar al ritmo pertinente.
“El aseguramiento de los recursos lo tenemos: los gases para soldadura; los electrodos que cumplen con el requisito de las normas; la pintura que se le va a dar al puente. En sentido general la situación marcha según lo planificado”, explicó.
Sin embargo, falla la energía eléctrica imprescindible para reparar un puente metálico de 42 metros de extensión. Pero falla también la capacidad de las autoridades y responsables de prever la incidencia de los apagones -que son la norma en la Cuba de hoy-, y de proveer con generadores eléctricos y otros insumos necesarios para acometer la obra sin parones por estas causas.
Mientras el régimen levanta hoteles por todo el archipiélago cubano, algunos de ellos "prodigios de ingeniería" como el polémico hotel en construcción del conglomerado militar GAESA en la Avenida 23 del Vedado habanero, las infraestructuras utilizadas por la población sufren por la dejadez y las desinversiones del Estado.
Los hoteles de la cúpula del régimen no sufren apagones, ni siquiera en situaciones catastróficas, como se pudo comprobar tras el paso del huracán Ian. Tampoco les falta el acero para sus estructuras, como sucede en la reparación del puente de hierro del Canímar, donde la sustitución de seis montantes “en estado de falla total” dependen del “hierro disponible”.
Originalmente de acero, los nuevos montantes serán de hierro proveniente del desembalaje del Hotel Corona de la Habana Vieja, según dijo al citado medio Carlos Yanier Vázquez Castañeda, especialista principal del Grupo Patología y Restauración, perteneciente a la Empresa de Investigación Aplicada de la ENIA de Matanzas.
“No hay de otra, no existe acero en el país para hacerlo nuevo tal y como estaba”, reconoció un ingeniero civil. “Por supuesto, estos perfiles reciclados se revisaron estructuralmente para determinar si podían asumir las cargas del puente, y actualmente se insertan a la estructura”, indicó Vázquez Castañeda.
Las obras de remodelación del puente dieron comienzo el 19 de octubre. Según el director de Vialidad en Matanzas, Reynaldo Hernández Rodríguez, estaba prevista su ejecución en unos 45 días, de no presentarse otros problemas no diagnosticados con antelación.
“Según el cronograma, el 24 de diciembre finalizará la obra”, aseguró este miércoles Paz Chil al medio oficialista. Mientras los “imprevistos” alargan los plazos de ejecución, los usuarios de esta infraestructura de comunicación seguirán obligados a desviarse por la zona de Ibarra-Triunvirato-Caoba, que agrega una hora al desplazamiento debido a las condiciones de la carretera.
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