El gobierno de Granma, en el oriente cubano, fracasó en su intento de topar los precios de productos agrícolas y alimentos en el territorio.
El medio de prensa oficialista La Demajagua informó que el gobierno provincial impuso una rebaja de precios a los vendedores privados, pero la medida no fue bien recibida. Los comerciantes a los pocos días estaban vendiendo los productos a los mismos precios sin que nadie actuara desde las instituciones estatales por evitarlo.
"Hace algunos días, los bayameses asistieron a una suerte de protesta de algunos concurrentes a mercados agropecuarios, quienes se mantuvieron horas inactivos, como rechazo a la disposición del territorio de disminuir los precios de un grupo de productos con alta demanda", dice el artículo oficialista.
Señalan que la disposición del gobierno acaparó la atención de muchos ciudadanos que tenían la esperanza de que el acceso a los alimentos fuera más barato y asequible. Sin embargo, esa esperanza duró poco porque la reacción de los vendedores no fue complaciente con el gobierno.
"La reacción, en honor a la verdad, se ha hecho recurrente: primero se anuncia la rebaja, a esta le sigue el desacuerdo de los vendedores, y finalmente queda todo como si nada se hubiese dicho", señala el texto oficialista.
La medida de la bajada de precio no fue acatada. Tras el anuncio, la venta de malanga estaba entre 45 y 50 pesos la libra, la calabaza a 20, el arroz a 60, el frijol a 200. Los precios fijados para estos productos eran de 15, de 5 y de 40 pesos en ese orden.
En Granma el precio de los alimentos se sale de las posibilidades de alcance de la mayoría de los trabajadores. Una col puede costar hasta 100 pesos la libra.
Otros gobiernos provinciales han intentado topar los precios. En el caso de Las Tunas, provincia que también se ubica en la zona oriental del país, las autoridades en junio toparon el precio de los productos agropecuarios y amenazaron a los comerciantes con rigurosas inspecciones.
Establecieron el precio de la libra de plátano vianda a 12.00 pesos, 7.00 la libra de plátano burro, 8.00 la de boniato, 7.00 la de yuca, 6.00 la de calabaza, 10.00 la de lechuga, 30.00 la de tomate y 20.00 pesos la de col.
Manuel Pérez Gallego, primer secretario del Partido, dijo que se topaban los precios para "proteger el nivel adquisitivo de la población" y advirtió que "no se iba a permitir desorganización en la actividad comercial".
A inicios del 2022 el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, aseguró que la subida de salarios en Cuba, por la Tarea Ordenamiento, se quedó corta y no resolvió el problema de la inflación.
Gil dijo que la inflación en Cuba se produce por dos vías; "incremento de los costos reales de las importaciones del país" y el "déficit de oferta" con "exceso de liquidez".
Comentó una tercera causa, la devaluación de la moneda nacional y esta se produjo por cálculos errados del gobierno que se niegan a reconocer, a pesar de que aceptan que "El incremento de los salarios no funcionó" porque "evidentemente se quedó corto y los precios han subido mucho más".
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