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El popular Zoológico de 26 en La Habana se encuentra en un estado deprimente, donde sus animales no tienen comida ni agua suficientes y viven en la hediondez.
Los animales presentan un alto grado de desnutrición, no tienen agua y sus jaulas están llenas de suciedad y excrementos, expuso este martes el sitio independiente 14ymedio en un texto que lamentó el pésimo estado de las instalaciones donde deben permanecer las especies.
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En el lugar, además, pululan los caracoles africanos, que crecen sin barreras, refirió el medio. Esta plaga inunda el área donde habita el oso.
En la triste crónica de lo que queda del zoológico, se describió una lamentable escena donde el leopardo gemía en su foso porque no tenía agua.
A los escuálidos animales, que viven en condiciones deplorables -incluso la piel del león está cubierta de ampollas-, se le suma la escasa y cara oferta gastronómica en el lugar: la gente gasta hasta 700 pesos "en una bobería", recogió 14ymedio, señalando que la mayoría de las personas solo alcanza a comprar un frozen de frutas.
Las atracciones para los más pequeños también han dado mucho de qué hablar. El trencito funciona todavía, pero cuando no tiene combustible debe ser empujado por dos hombres.
El zoológico más antiguo de Cuba presenta tal estado de deterioro que no se distingue la especie de algunos animales por el alto grado de desnutrición que presentan.
Así lo constataron en fechas recientes los visitantes que debieron adivinar si una especie puesta en una jaula e identificada como lobo canadiense, era realmente un lobo o un simple perro callejero, pues el pésimo estado del animal lo hace ver muy distante de la foto representativa en su jaula.
La instalación parece sucumbir al tiempo, la crisis y también a la inflación. Hace pocos meses un fotoperiodista cubano de la Agencia Cubana de Noticias (ACN) se quejó en redes sociales de que la entrada para ir al baño en ese recinto cuesta 10 pesos en moneda nacional tanto para niños como para adultos, e instó a ponerle límites a lo que calificó de “abuso”.
Según trascendió de su queja, en la instalación ya no hay opciones estatales y que tan solo ver un show de payasos cuesta 30 pesos los niños y 40 los adultos.
El Zoológico de 26 se inauguró en el año 1939. En sus orígenes tuvo una proyección conservacionista, científica y pedagógica, pero en la actualidad es un recinto que recibe continuas denuncias de sus usuarios por falta de higiene, mal estado de conservación del jardín, deterioro del estado físico de los animales y altos precios.
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