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El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel concluyó este viernes una gira internacional que lo llevó a antiguos países aliados como Argelia, Rusia, Turquía y China en busca de apoyo, apremiado por la crisis política, energética y económica en la isla.
En su perfil de Twitter el mandatario informó el fin de su visita oficial a China, el cuarto y último país del recorrido, aunque realizaría una escala técnica en Estambul, Turquía, antes de seguir camino a Cuba.
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Agregó que en Estambul sostendría un encuentro con varios empresarios turcos.
Díaz-Canel inició la gira internacional el pasado 16 de noviembre, acompañado de su polémica esposa Lis Cuesta y seis dirigentes cubanos, entre ellos los viceprimeros ministros Ricardo Cabrisas y Alejandro Gil, el canciller Bruno Rodríguez, el ministro de comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca; el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, y el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda.
La gira de Miguel Díaz-Canel por estos países tiene lugar en medio de una grave crisis de credibilidad y la peor situación energética que ha registrado Cuba en los últimos años, a causa de la obsolescencia tecnológica de las plantas generadoras de electricidad, la rotura de los equipos electrógenos que mandó a instalar Fidel Castro en su momento y la falta de financiación para enfrentar reparaciones de gran magnitud.
El mandatario viajó desde La Habana a bordo de un avión venezolano de la aerolínea estatal Conviasa, y aunque no se precisó el motivo, es de suponer que la comitiva no utilizó una aeronave de Cubana por la crisis que atraviesa la aerolínea estatal de la isla y el deterioro de sus aeronaves.
Durante la visita oficial a Argelia, el presidente Abdelmadjid Tebboune hizo varios anuncios como la cancelación de todos los intereses pendientes de la deuda de Cuba, así como el aplazamiento de su "reembolso" hasta nuevo aviso.
Sin embargo, en este recorrido que pretendía buscar soluciones a los problemas energéticos que atraviesa el país desde hace meses, lo único que se concretó oficialmente fue la instalación de la planta de energía solar (en un período de hasta cinco años), la venta de combustibles fósiles y la cancelación de intereses en las deudas con ese país africano.
Rusia, por su parte, prometió incrementar proyectos de inversión en la isla "así como el suministro de alimentos e insumos para su producción".
Sin aportar datos concretos, el gobernante cubano presumió en Twitter resultados derivados del más reciente encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin, a quien habría reiterado el interés de ampliar el flujo turístico ruso a Cuba, incluido el turismo corporativo.
La delegación del régimen cubano llegó a Turquía en busca de apoyo urgente para paliar la crisis energética, en un momento de alta dependencia de ese país en el citado rubro.
El presidente anfitrión, Recep Tayyip Erdogan, informó durante la estancia de la delegación cubana que su país aumentará el comercio con Cuba a 200 millones de dólares y que ambas naciones evaluaron las oportunidades de desarrollar la cooperación en campos como la energía, el turismo, la construcción, la agricultura, la salud y el medio ambiente.
Cuba depende cada vez más de ese país en cuestión energética, luego de que concretó este año el arrendamiento de siete centrales eléctricas flotantes a la empresa turca Karadeniz Holding.
Estos medios flotantes producen casi un cuarto (500 MW) de la electricidad que consume la Isla, con tres barcos operando en la Bahía de La Habana y cuatro en el puerto del Mariel.
A pesar de ello la isla continúa padeciendo un déficit de más de 1000 MW diarios, que se traducen en prolongados apagones en decenas de pueblos y ciudades.
Díaz-Canel llegó a Turquía especialmente presionado por la promesa hecha a los cubanos de solucionar esta problemática antes de fin de año, en el contexto de masivas protestas ciudadanas en la nación caribeña.
En su cuarta parada, China, el gobierno cubano consiguió con su homólogo en el país asiático un grupo de acuerdos que abarcan los ámbitos político y económico, así como algunas donaciones que incluyen medicamentos, insumos médicos y alimentos. Se firmaron 12 documentos.
Sin embargo, el segundo socio comercial de Cuba y con quien hay lazos de seis décadas, aseguró que el país caribeño ya no posee materias primas ni otros atractivos que resulten ser de interés para el gigante asiático.
En declaraciones a CiberCuba el economista Elías Amor consideró que la gira ha sido un verdadero fracaso, porque solo sirvió para mostrar la desesperación de La Habana y cómo los aliados de la revolución cubana ya no están dispuestos a servirle como lo hicieron en el pasado países como Venezuela o la antigua Unión Soviética.
"La apuesta del régimen comunista cubano por China entraña riesgos. Básicamente, porque los chinos no dan nada gratis. Exigen siempre algo a cambio, como la parte de la cosecha del azúcar que les corresponde y que Cuba no puede atender por los bajos niveles de las zafras de los últimos años. O en el caso de los minerales, o el tabaco, los chinos han viajado a Cuba a buscar recursos para extraer, pero el panorama que encuentran es bien conocido: devastación y pobreza generalizada", escribió Amor en su blog.
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