La organización jurídica Cubalex registró 26 actos de represión durante las elecciones municipales del pasado domingo, la mayoría de ellas en La Habana y Matanzas.
En al menos siete provincias, incluido el municipio especial Isla de la Juventud, las autoridades cubanas obstaculizaron la participación política, realizaron detenciones arbitrarias, operativos de vigilancia y cortes selectivos de internet.
"La represión estuvo centrada en impedir la observación electoral, pese a que no existe prohibición legal para ello. Al menos 13 personas fueron hostigadas mediante operativos de vigilancia y reclusión domiciliaria; entre ellos Marthadela Tamayo, Osvaldo Navarro y Juan Antonio Madrazo Luna", explicó Cubalex.
Los periodistas independientes Anay Remón(Cubanet), Jorge Enrique Rodríguez y Boris González Arenas (Diario de Cuba), fueron impedidos de informar del proceso electoral, porque les restringieron el acceso a la red de datos móviles; mientras que Berta Soler y Leticia Ramos, de las Damas de Blanco, fueron detenidas tras expresar públicamente su decisión de no votar.
"Se empleó la técnica de tortura conocida como “patrulla horno” durante el traslado de Norma Cabrera. En otros casos, las autoridades organizaron operativos de vigilancia para impedirles asistir a misa", denunció la organización.
Familiares de los prisioneros políticos fueron amenazados por las autoridades cubanas con el traslado de sus hijos a prisiones alejadas o el recrudecimiento de sus condenas, en caso de que hicieran publicaciones contrarias a la intención de voto oficial. En ese caso se encontraron Migdalia Rodríguez, Zaily Núñez, Bárbara Farrat y Orlando Ramírez.
Cubalex denunció que se impidiera la participación política recogida en la Constitución vigente, fundamentalmente el derecho a observar y monitorizar los comicios electorales, algo que no está prohibido en la Ley Electoral ni el Código Penal.
"Todos los ciudadanos, sin distinción por motivos de opinión política, tienen derecho a controlar la forma en que los funcionarios del Estado ejercen el gobierno de la República y la obligación de estos órganos de someterse a ese control", finalizó la organización.
Las elecciones municipales del domingo pasado fueron las que menos participación ciudadana reportaron desde que en 1976 se instaurara el actual sistema electoral.
Oficialmente hubo un 31.42 % de abstenciones, aunque algunos activistas y opositores ponen en duda las cifras del Consejo Electoral Nacional.
En La Habana votó poco más del 50 % del padrón electoral y en Pinar del Río el total de abstenciones superó los 118 mil ciudadanos.
Hasta el momento el gobierno no ha hecho un análisis de los fatales resultados obtenidos en esas elecciones, similares a los que hubo durante el referendo del Código de las Familias y que el presidente Miguel Díaz-Canel calificó como un "voto de castigo" por la crisis general que atraviesa el país.
El gobierno, a través de su canciller Bruno Rodríguez Parrilla, criticó el llamado de la sociedad civil independiente a la abstención y le restó importancia a las convocatorias realizadas desde diversos frentes para demostrar desacuerdo con el sistema político vigente desde hace más de seis décadas.
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