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José Antonio Cabrera Parada, candidato independiente a la Asamblea Municipal del Poder Popular de Palma Soriano, fue despedido de la panadería La Irmis, tras varias presiones y chantajes de la Seguridad del Estado, informaron activistas cubanos.
El Consejo para la Transición Democrática en Cuba denunció la situación a través de un comunicado y detalló cómo intentaron convencer al joven de 33 años para que se retirara del proceso electoral.
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"La narrativa detrás de estos actos de supresión política de derechos ciudadanos es la de no permitir que los que el gobierno llama contrarrevolucionarios accedan a posiciones de representación", explicó el Consejo a través de un comunicado, del que se hicieron eco otras plataformas de la sociedad civil independiente.
Asimismo, calificaron de anticonstitucional y antidemocrátias las prácticas de la contra iteligencia cubana, en complicidad con las instituciones estatales que deben velar por los derechos de los ciudadanos.
Cabrera Parada fue nominado por unas de las áreas de la circunscripción 55 del municipio Palma Soriano, en Santiago de Cuba; posteriormente fue detenido y amenazado con la expulsión del trabajo si no desistía y retiraba su nominación.
Como el joven cubano se negó, comenzó el acoso a la familia y la presión a los vecinos para que no votaran por él, aunque lo más alarmante fue la militarización del domicilio de Cabrera Parada, para controlar todos sus movimientos.
Desde el punto de vista legal, el Consejo detectó una serie de irregularidades en el proceso, ya que nunca se confeccionó ni se dio a conocer el acta de la asamblea de nominación, ni se publicó su biografía tal y como estipula la ley vigente.
"El propósito estaba claro: borrar de cualquier registro la nominación de Cabrera Parada y cancelar, ilegalmente, una candidatura libremente elegida y propuesta por sus vecinos", aseguró el Consejo.
Asimismo, denunciaron que el día de las elecciones al candidato se le impidió votar y ser votado.
El Consejo aseguró que trataron de convencer al joven de grabar un video en el que renunciaba a su candidatura y desmintiera el proceso, lo cual se convertiría en un ataque al trabajo de la sociedad civil que aboga por la democratización de Cuba.
"La dignidad del joven panadero frustró las pretensiones indecentes de la policía política", lamentó el colectivo.
Tras el despido de Cabrera Parada afectaron su fuente de ingresos económicos y supervivencia, aunque el Consejo aseguró que este asume la situación "con responsabilidad y entereza".
"Las consecuencias políticas de este ataque renovado a la voluntad de representación plural de la ciudadanía se han visto con claridad en la fuerte abstención que se registró en todo el país, pronunciada en lugares específicos como La Habana, Holguín y el mismo Palma Soriano. Y ella, la abstención, no ha hecho más que fortalecerse", afirmó.
Por último, exigieron al Consejo Electoral Nacional que convoque a unas elecciones en la circunscripción del joven santiaguero, porque se violó la ley vigente.
"Eso exigimos y a eso le conminamos, aunque sabemos que la voluntad de poder, cada vez más auto referencial, como millones de cubanos se están encargando de demostrar en cada votación sucesiva, es más fuerte que la voluntad legal y constitucional del gobierno", concluyó.
Las elecciones municipales del pasado domingo estuvieron marcadas por una elevada abstención, así como el incremento de la represión a activistas, opositores y periodistas independientes y el corte de internet en la red de datos móviles.
Días antes de los comicios, un oficial de la contra inteligencia aseguró a este medio que habían instrucciones precisas de impedir que cualquier opositor cubano resultara electo y que había preocupación en la cúpula política por los resultados del proceso.
La abstención de estas votaciones a delegados zonales se convirtieron en las que menos convocatoria ha tenido, desde que en 1976 se instaurara el actual sistema electoral.
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