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Una abuela cubana lanzó una petición en las redes sociales para tratar de conseguir insumos para tratar a su nietecita de apenas un año de edad, quien padece el síndrome de Guillain–Barré.
Yuneisi Naranjo, de La Habana, compartió su súplica en el grupo de Facebook "Compras y Ventas NIQUERO etcéteras...", junto a una foto la niña.
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"Está ingresada en el hospital infantil de Manzanillo, necesitamos a todo el que nos pueda ayudar con mochitas y esparadrapo, ya que el hospital no cuenta con esto. Pagamos el precio que sea, por favor, ayuda", suplicó.
En la sección de comentarios varios internautas dijeron que podían darle algunas mochitas (como se les llama popularmente en Cuba a unos dispositivos con una aguja muy fina para sacar sangre), y una también le ofreció esparadrapo.
El síndrome de Guillain-Barré es una afección rara en la que el sistema inmunitario ataca por error los nervios que controlan los movimientos musculares y los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles, por lo que los pacientes sufren debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en las extremidades.
Los enfermos necesitan tratamiento, a veces en cuidados intensivos, y seguimiento. Aunque la mayoría se recuperan totalmente, algunos casos graves pueden producir una parálisis casi total y a veces la muerte.
Cada vez son más frecuentes las publicaciones en redes sociales sobre la escasez de medicamentos e insumos en los hospitales del país.
A comienzos de mes, un cubano denunció que en del policlínico Carlos Verdugo Martínez, en la ciudad de Matanzas, los pacientes deben llevar jeringuillas y agujas para hacerse análisis de sangre.
"Solo le estamos haciendo análisis a quienes traigan jeringuilla y aguja. En el policlínico no hay. Yo pensé que ya lo sabían porque lo decimos todos los días por la mañana", le dijo el personal del centro a quienes esperaban en la cola, según contó el activista Yadiel Cepero.
"Y yo me pregunto: ¿dónde se venden jeringuillas y agujas en este país? La respuesta la sé de sobra, algunas las venden personas que las traen del extranjero y otras se las roban de las instituciones hospitalarias del país", cuestionó Cepero.
El joven acusó a las autoridades de normalizar el robo, la corrupción y la compra y venta ilegal de medicamentos e insumos médicos.
"No todas las personas que acudieron esta mañana al policlínico o las que deberán ir en los próximos días pueden comprar la jeringuilla a particulares o tienen redes de apoyo a su alrededor que se la faciliten", lamentó.
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