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Vecinos de Sancti Spíritus chivatearon a la prensa provincial la celebración de un concierto nocturno de reguetón -organizado por una pequeña empresa privada- en el estadio José Antonio Huelga; en medio de la crisis energética que ha obligado a celebrar los juegos de la fase élite de la Serie Nacional, en horario diurno.
"Sobre las seis de la tarde de este sábado10 de diciembre, la imagen fotográfica iluminó mi WhatsApp. También varios lanzamientos en recta: Explícame esto: en el año del Clásico jugando de día por la situación energética, los apagones Y el Huelga, ¿encendido para unos reguetoneros?", apareció en una cuestionadora crónica del periódico Escambray.
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La nota periodística no identifica al pequeño empresario promotor del concierto y cuestiona que no se haya celebrado en la Plaza Cultural; concebida y diseñada para esos fines, pero "totalmente subutilizada", pese a poder albergar el doble y hasta el triple de los que se dieron cita en el estadio, y que "casi siempre está encendida, aunque esté desierta".
La publicación reconoce que no es novedad el uso de estadios deportivos para espectáculos culturales, reconoce que el césped no se daño y pudo jugarse el domingo por la mañana sin contratiempos, pero lamenta que la grama del recinto deportivo Rolando Rodríguez, en Trinidad, haya sido destrozada varias veces por "tumultos de bailadores", no solo de reguetón.
"Resulta contraproducente tener una ciudad a oscuras y un arbolito beisbolero gastando corriente", asegura la nota, que combina símiles beisboleros con elementos de la política energética oficial.
La directora provincial del INDER, Laidalí Santana, comentó al periódico que el concierto nocturno de reguetón fue idea de la Comisión de Recreación, siguiendo la pauta gubernamental de celebrar eventos culturales en recintos deportivos, desde julio y agosto y que, esta vez, "solo se encendió una parte" del alumbrado del José Antonio Huelga.
Santana defendió que se celebren eventos deportivos y culturales y recordó que el INDER provincial se queda con el 10 por ciento de los ingresos; sin aclarar si se trata de venta de entradas o también incluye las ventas de bebidas y comidas.
"La cuestión aquí no es siquiera la erosión de la política cultural con presentaciones de dudosa calidad", pues en el escenario económico actual las entidades están obligadas a buscar el dinero a toda costa para subsistir, y en esa disyuntiva influye el gusto y la necesidad de recrearse de los jóvenes, "como sea", en medio de una orfandad de ofertas o la propuesta de otras tan caras como el concierto de reguetón en el José A. Huelga.
Las entradas para el concierto costaron entre 250 y 350 pesos; una cerveza 250 y casi 500 un pomo de refresco; que recaudan más, en una noche de reguetón, que el estadio en temporada Élite del béisbol cubano.
"¿Tendrán los peloteros que ponerse a cantar reguetón entre innings para poder jugar de noche, como sugiere un internauta? En este desespero por ingresar dinero, ¿quién batea más? ¿El que más paga? Y el béisbol, que tiene apagadas algo más que sus luces nocturnas, ¿qué turno tiene al bate?", concluyó Escambray.
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