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Una corte federal de Miami encontró culpable de lavado de dinero a la exenfermera del fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez, Claudia Díaz, quien fungió a petición de este como tesorera de la nación suramericana.
Díaz trabajó muy cerca de Chávez durante al menos 10 años, en los cuales fue miembro de la Guardia de Honor responsable de la seguridad de los presidentes, y formó parte del equipo de médicos y enfermeras que cuidaron al dictador hasta su muerte en 2013.
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Este terminó nombrándola Tesorera Nacional, un cargo en el que la funcionaria habría logrado enriquecerse a través de un esquema corrupto de lavado de dinero, según una acusación de una corte federal de Miami.
El tribunal coincidió que Díaz y su esposo, Adrián Velásquez, son culpables de cinco de los seis cargos detallados en una acusación presentada en 2020 donde se les acusaba de recibir al menos 4,2 millones de dólares en sobornos.
Un jurado de Fort Lauderdale concluyó que la mujer de 49 años es culpable de blanqueo de dinero sobre varios sobornos pagados por el magnate venezolano de los medios de comunicación Raúl Gorrín para que ella autorizara lucrativas transacciones de divisas cuando se desempeñaba como Tesorera.
Los pagos provinieron de compañías y cuentas bancarias presuntamente ubicadas en Suiza y se depositaron en cuentas de la pareja en Miami.
De acuerdo con los fiscales, detrás de los pagos se encontraba el empresario propietario de Globovisión, la última red privada de televisión que queda en el país ahora gobernado por Nicolás Maduro. Gorrín es coacusado, pero se mantiene prófugo.
La pareja será sentenciada en febrero y se enfrenta a un máximo de 20 años de prisión por cada uno de los cargos penales, informó Local 10.
Este juicio con jurado incluido ha sido considerado una prueba decisiva de la capacidad de los fiscales federales para exigir responsabilidades a los llamados cleptócratas venezolanos por desplumar a la rica nación petrolera, detalló el rotativo.
La acusación tuvo como antecedente el testimonio de uno de los predecesores de Díaz como Tesorero, Alejandro Andrade, quien declaró en el tribunal que el plan de sobornos que él estableció con Gorrín continuó bajo el mandato de Díaz.
Al igual que Díaz, Andrade, ex funcionario de seguridad presidencial, aprovechó una conexión personal con Chávez para ascender en las filas del Ejército y del Estado venezolano, amasando una enorme fortuna casi de la noche a la mañana.
En 2021, Andrade salió de prisión tras cumplir menos de la mitad de una condena de 10 años por su participación en un plan masivo para desviar millones de las arcas del Estado venezolano.
EE.UU. como parte de su acuerdo de culpabilidad, le confiscó más de 260 millones de dólares en efectivo y activos, incluida una mansión frente al mar en Palm Beach, vehículos de lujo, caballos de salto y varios relojes Rolex y Hublot.
Tras la muerte de Chávez en 2013, Díaz y su esposo se mudaron a Madrid, donde ambos fueron arrestados en 2018 con base en una orden judicial venezolana. Sin embargo, el Tribunal Supremo de España rechazó la solicitud de extradición de Venezuela con el argumento de que la pareja podría ser torturada si regresaba a su país.
En noviembre de 2021 la Audiencia Nacional española ratificó, sin embargo, la extradición a Estados Unidos de la pareja, por considerar que en el caso de la exenfermera de Chávez concurría el principio de doble incriminación en los hechos que le atribuía la justicia estadounidense.
Se calcula que unos $300 000 millones de dólares han sido malversados de las arcas estatales en Venezuela durante dos décadas de régimen chavista, por lo cual fiscales estadounidenses han acusado a docenas de funcionarios y empresarios relacionados con Maduro.
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