Una botella de "ron barato" se vende por estas fechas hasta en 1,500 pesos cubanos en Matanzas, debido a la crisis de la industria azucarera y en medio de una ingente inflación en el país.
Según trascendió en una nota del medio local Girón, en cuestión de meses botellas de "alcohol barato" que antes costaban entre 28 y 75 pesos pasaron a costar entre 800 y 1,500, un precio que no se corresponde con la calidad de esas bebidas.
Su desaparición de la red estatal de comercio en la provincia ha llevado a los consumidores a comprar el producto a precios descomunales en "cafeterías, ventas de garaje y timbiriches de revendedores".
A pesar de que la baja producción de azúcar, resultado de la peor zafra en los últimos cien años, ha afectado la destilación del ron, ello no justifica, de acuerdo con la nota, el excesivo precio del alcohol de baja calidad, aun cuando a inicios de año el valor del “alcohol fino” se fijó a 1,368 y el “alcohol desnaturalizado" a 1,069 por hectolitro (que equivale a 100 litros).
Su ausencia en las empresas estatales y el costo desorbitante en que se expende, ha llevado a los bebedores a adquirir alcohol "casero" por un precio que oscila entre 200 y 350 pesos, mucho más barato, pero que representa un peligro para la salud "por el simple hecho de que no se sabe qué ingredientes se emplearon en su elaboración".
"Los principales afectados por este fenómeno, después de los alcohólicos con mayor trayectoria, son los jóvenes, por no poder pagar los precios abusivos de las bebidas manufacturadas en el marco de la legalidad", destacó el texto, apuntando a los efectos nocivos que podría provocar el alcohol "casero", que van desde intoxicaciones, infecciones, hasta la ceguera.
En el texto, donde se exige a la Dirección Provincial de Salud Pública "tomar cartas en el asunto", y a otros organismos y empresas vinculados con la comercialización y distribución de bebidas alcohólicas enfrentar el hecho, no se profundiza en la incapacidad del gobierno para surtir su red comercializadora con bebidas alcohólicas y controlar la inflación.
En noviembre, la libra de azúcar se vendía en Matanzas a un precio de hasta 150 pesos debido a la ausencia del producto en la canasta familiar normada y los mercados estatales.
La desaparición del producto en la red estatal, incluso en las bodegas, “debido a tardanzas en su entrega u otros factores”, además de la ausencia del azúcar refinada o blanca, ha provocado el aumento acelerado de su precio en el mercado informal, por lo cual muchos dejaron de consumir el producto o recurrieron a la miel para endulzar las preparaciones.
El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, explicó a los asistentes al V Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba que “el país tiene una inflación inducida o una inflación importada”, agravada por “la indisciplina, el desvío, la especulación y la reventa”, que minan los esfuerzos que hace el gobierno.
El gobierno cubano continúa culpando de los precios excesivos a la inflación mundial, el aumento de los precios en los mercados internacionales y el "bloqueo" estadounidense.
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