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El gobierno cubano se quedó sin papel para imprimir y confeccionar las libretas, libros y cuadernos necesitados por los alumnos que recién comenzaron el curso escolar 2022-2023.
Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación, aseguró que el papel del que disponen permitirá la impresión de solo una parte de los materiales, por tanto deben reutilizar los libros y reducir la cantidad per cápita de libretas.
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"Se garantizan los cuadernos de trabajo de Matemáticas y Escritura para primero y segundo grados; Inglés, desde tercer grado hasta preuniversitario, y en el caso de preescolar, el cuaderno de trabajo de relaciones especiales, nociones elementales de matemática y preescritura", explicó la funcionaria al periódico oficialista Granma.
Solo los estudiante de tercer y cuarto grados podrán contar con cuadernos de caligrafía, y se imprimen los de Historia de Cuba para quinto y sexto grados, así como Geografía para sexto.
De los libros de texto, se prioriza el texto que destinan a los estudiantes de primer grado, aunque Cobiella adelantó que no alcanzarán para todos los estudiantes.
El Ministerio de Educación de Cuba consume el 25 % del presupuesto del estado, según datos oficiales, una cifra que a pesar de ser significativa en la deteriorada economía nacional, es insuficiente para cubrir las necesidad de los estudiantes, que deben reutilizar libros y cuadernos, o sufrir las consecuencias del racionamiento de lápices y libretas.
De acuerdo con la propia ministra de ese sector, en este curso decidieron entregar poco más de la mitad de estos materiales, ante el déficit que hay en el país.
La solución a la ineficiencia del gobierno es que los padres descarguen e impriman los materiales que posteriormente usarán los niños en sus clases, algo que no se pueden permitir todas las familias, que sufren también los efectos de una inflación económica, que al cierre de octubre tenía una tasa internanual del 40 %.
En Baracoa, Guantánamo, se conoció que ante a falta de libretas, los estudiantes deben utilizar una misma libreta para dos asignaturas, aunque en la escuela secundaria "Licerio Blanco", cuentan con un stock de lápices para cuatro meses.
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