El régimen cubano inauguró este jueves la primera planta de antibióticos cefalosporinos inyectables del país, donde la escasez de medicamentos se ha agravado en los últimos dos años.
La apertura de la instalación estuvo a cargo del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, quien luego en Twitter aseguró que la misma tiene capacidad, incluso, para la exportación.
El perfil Presidencia de Cuba apuntó en la plataforma de microblogging que la planta "tiene capacidad para la demanda nacional y la exportación"; y "producirá Cefotaxima, Rosefin, Cefazolina, Cefuroxima, Meropenem, Ceftazidima, Cefoxitin y Aztreonam".
"Entre abril y mayo se estará produciendo para entregar al sistema nacional de salud", señaló.
La planta se encuentra dentro de las instalaciones de la Empresa Farmacéutica 8 de marzo, ubicada en el Cotorro, La Habana, y perteneciente al grupo empresarial BiocubaFarma.
Según un reporte de la oficialista Radio Coco, la unidad suministrará fármacos a las unidades de terapia intensiva del país.
La directora general de la Empresa, Xenia Madrazo Sagre, aseguró que en ella trabajan 10 técnicos, en su mayoría jóvenes, y aunque la planta automatizada trabajará regularmente ocho horas diarias, tiene capacidad para laborar initerrumpidamente durante 24 horas en caso de emergencia sanitaria.
Por su parte, el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz, comentó que gracias a la nueva instalación el país podrá ahorrar alrededor de ocho millones de dólares anuales, por concepto de sustitución de importaciones.
En agosto pasado trascendió que la planta producirá antibióticos de uso común en el tratamiento de infecciones bacterianas, neumonías y meningitis, entre otras enfermedades.
Madrazo Sagre explicó entonces que la instalación se enfocaría en la producción de Meropenem 500 mg y 1 mg, Ceftriaxona (Rocephin) 1 g, Cefotaxima 1 g, Cefazolina 500 mg y 1 g, Cefuroxima 750 mg, Ceftazidima 1 g, y Cefepima 1 g.
Martínez Díaz, agregó que la importación de esos antibióticos le cuesta al país entre siete y ocho millones de dólares anuales; pero no precisó si habría materias primas suficientes para responder a la demanda.
El régimen cubano ha asegurado que la escasez de materias primas ha afectado la producción de otros medicamentos en la isla en los últimos dos años.
La Empresa Farmacéutica 8 de Marzo ya contaba con otras dos plantas similares, una de cefalosporinas orales y otra de penicilánicos.
Desde 2020 el país ha padecido un grave déficit de medicamentos. En julio último BioCubaFarma informó el restablecimiento de la producción de algunos prioritarios y de alta demanda popular que también desaparecieron de las farmacias.
De los 369 medicamentos que debe suministrar BioCubaFarma al cuadro básico del sistema nacional de Salud Pública, se contabilizaban más de 150 en falta, por escasez de materias primas para fabricarlos.
También en este tiempo se han intensificado las denuncias en redes sociales por la escasez de medicamentos de uso intrahospitalario.
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