El gobierno de Cuba decretó duelo oficial este viernes, hasta las 12 de la noche, con motivo de la muerte del papa emérito Benedicto XVI.
Durante todo el día, permanecerán izadas a media asta las banderas de instituciones públicas y militares, de acuerdo con el decreto firmado por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y que publicó la Gaceta Oficial de la República.
"Nuestro pueblo tuvo la oportunidad de acoger a Benedicto XVI con sentimientos de respeto y afecto durante su visita pastoral a Cuba en el año 2012", recordó el decreto presidencial.
Aunque el documento señala que durante esa visita, el sumo pontífice de la Iglesia católica a Cuba condenó el embargo estadounidense, no mencionó que su santidad pidió también "auténtica libertad" para los cubanos, todo esto frente a miles de personas que se congregaron en la Plaza de la Revolución, de La Habana.
Joseph Aloisius Ratzinger fue el el 265° papa católico, hasta que renunció al cargo por decisión propia, una medida sin precedentes en la historia y que cambió la manera en que se ve esa institución.
Su muerte la pasada semana, tras permanecer varios días en estado grave, conmovió a personas de todo el mundo, porque lo vieron como un ejemplo de sencillez y modestia.
Durante los últimos años, Benedicto XVI se dejó ver en público muy pocas veces, y permaneció todo el tiempo en el monasterio Mater Ecclesiae, del Vaticano, donde tuvo su residencia hasta el final de su vida.
El Vaticano no decretó duelo oficial, una noticia que no ha pasado desapercibida por los medios de prensa internacionales, que se hicieron eco del funeral que presidió el papa Francisco, un suceso insólito porque es la primera vez en la historia que un sumo pontífice entierra a otro.
Tras darse a conocer la muerte del religioso, el gobierno cubano , a través de su presidente Miguel Díaz-Canel emitió una declaración en la que lamentaban la noticia y transmitían las condolencias en nombre del pueblo.
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