Vídeos relacionados:
El Congreso de Estados Unidos vive jornadas de tensión y parálisis tras 11 intentos fallidos del legislador Kevin McCarthy por liderar a la mayoría republicana en la Cámara de Representantes.
Los votos de los republicanos están muy divididos. En tres días no han podido elegir a su líder. McCarthy es quién probablemente tenga más oportunidades de tomar el poder, pero ha perdido 11 rondas de votación.
Lo más leído hoy:
Estas divisiones lo obligan a llegar a acuerdos y hacer concesiones para tener los votos que necesita, algo que lo debilita pues estará a expensas de las exigencias de sus "socios" una vez tome el mazo.
Los demócratas protestaron por esta situación crítica de indefinición entre los republicanos, pero la solución no llegó. El acuerdo de la noche del jueves fue suspender la sesión y regresar a votar este viernes. McCarthy se mostró sereno y dijo sobre la pugna que "no es como empiezas, sino como terminas".
AP News señaló que esta es una de las luchas más brutales por el control del Congreso en la historia de Estados Unidos. La Cámara está paralizada, no puede abrir para la nueva sesión, no pueden tomar juramento a los miembros electos, ni gestionar asuntos oficiales.
Uno de los sucesos de la noche fue el voto del representante Matt Gaetz de Florida, al expresidente Donald Trump tras nominarlo como presidente de la Cámara. El hecho se entendió como un claro mensaje de las divisiones en el Partido Republicano y también generó risas.
Es la primera vez desde 1923 que un candidato no gana el mazo en la primera votación. Transmite una clara idea de la división que existe entre los republicanos y es evidencia de una crisis política profunda en el país.
CNN explicó que un candidato necesita ganar la mayoría de los votos de la Cámara para ser elegido presidente. Esta mayoría equivale a 218 votos. Los republicanos tienen 222 escaños en el nuevo Congreso, así que para que McCarthy logre los 218 votos solo podría perder la anuencia de cuatro miembros de su partido.
McCarthy tiene 57 años y se enfrenta al reto de superar la rebelión de un sector radical que lo conforman unos 20 representantes republicanos. Este grupo no aceptó los acuerdo del legislador y tampoco siguió las recomendaciones de Donald Trump de votar por el congresista de California.
Archivado en: