Ocho recién nacidos fallecieron desde comienzos de año en el Hospital Ginecobstétrico Diez de Octubre, en La Habana, disparando las alarmas de las autoridades sanitarias cubanas.
“El Ministerio de Salud Pública [MINSAP] informa a la población que, en el transcurso de este mes de enero, en el Hospital Ginecobstétrico Diez de Octubre, de la provincia de La Habana, lamentablemente han fallecido ocho recién nacidos con bajo peso al nacer y prematuridad”, anunció un comunicado oficial la noche de este lunes.
Según la declaración, cuatro de esos niños murieron a partir del pasado 11 de enero de sepsis (infección generalizada en la sangre), y los demás por otras causas relacionadas con su delicado estado de salud, las cuales no fueron especificadas por el MINSAP.
Las autoridades anunciaron que en la instalación hospitalaria, popularmente conocida como Hijas de Galicia, se adoptaron "medidas para hacer frente a esa situación” y se ha ordenado una investigación de urgencia para determinar las causas de las muertes de los infantes.
“Actualmente una Comisión Nacional del Ministerio de Salud Pública investiga las causas del hecho y acorde con los resultados se aplicarán las medidas pertinentes”, dijo el comunicado, que señaló que “se cuenta con los recursos necesarios para atender a los recién nacidos”.
El hospital, ubicado en el barrio de Luyanó, brindar atención ginecológica, obstétrica y pediátrica a los municipios 10 de Octubre y San Miguel del Padrón, además de funcionar como centro de docencia de pregrado y postgrado. Se le considera una institución de referencia nacional en tratamiento del cáncer cérvico uterino.
La periodista Claudia Padrón, gestora del proyecto Partos Rotos, recordó que Hijas de Galicia fue descrito por numerosas mujeres entrevistadas para su investigación como un “matadero” por toda la violencia y malas prácticas que sufrieron allí.
"La barbarie en este hospital no es nueva, ni es casual, solo que ahora es que se publica", escribió Padrón, quien radica actualmente en México.
Los trágicos sucesos del Hijas de Galicia se producen en momentos en que la salud pública atraviesa por una situación de precariedad por falta de medicamentos e insumos y deficiencias en la atención primaria, a la vez que se ha disparado el índice de mortalidad infantil a los niveles más altos de los últimos 20 años.
Cuba registró el pasado año una tasa de mortalidad infantil de 7.5 por cada mil nacidos vivos, un índice considerado elevado en comparación con sus bajos registros históricos, que constituán tema de exaltación de la propaganda gubernamental. En 2021 la estadística escaló a 7.6, la más elevada en las últimas dos décadas, según datos del MINSAP.
En 2022 La Habana se ubicó entre las cinco provincias de más elevada mortalidad infantil en el país, con 9.5. Durante 2021 el registro también fue de los peores, con 8.0.
Las causas principales de mortalidad infantil fueron las afecciones perinatales, relacionadas fundamentalmente con el bajo peso al nacer, la prematuridad, el retardo del crecimiento intrauterino y la sepsis, de acuerdo con la doctora Noemí Causa Palma, jefa nacional del Programa Materno Infantil (PAMI) del MINSAP.
Las autoridades sanitarias atribuyeron los pobres resultados del PAMI en 2022 a los grandes retos enfrentados por el sistema nacional de salud para mantener el control de la pandemia y recuperar la normalidad en las actividades médicas.
Numerosos especialistas han atribuido los casos de bajo peso al nacer y la prematuridad a la deficiente alimentación de las madres durante el embarazo.
Pero las denuncias de muerte de recién nacidos por neglicencia médica también están en aumento en todo el país.
El pasado octubre, una madre denunció la muerte de su hijo de apenas dos días de nacido en el Hospital “Enrique Cabrera” de La Habana, en circunstancias no esclarecidas que atribuyó a deficiencias en la atención del bebé.
A comienzos de noviembre en el mismo hospital, otra madre reclamó trasparencia para esclarecer la muerte de su bebé de 11 días, nacida tras complicaciones en el parto tras insuficiente orientación del personal médico.
En abril 2021, dos bebés recién nacidos murieron en el Hospital General Docente “Dr. Agostinho Neto”, en Guantánamo, luego de que el servicio de neonatología les administrara un antibiótico, que también causó grave inestabilidad a otros dos menores.
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