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José Miguel Chomy Miyar Barruecos (Siboney, 1932); fallecido en La Habana, será enterrado este sábado en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), del cementerio de Colón, tras ser velado desde las cinco de la tarde de este viernes, en el tercer piso de la funeraria de Calzada y K, dijo a CiberCuba un exescolta del presidente cubano Fidel Castro Ruz.
"Chomy siempre fue leal y andaba cerca del jefe (Fidel Castro), haciendo fotos y apuntando, en sus libreticas, todos los detalles de la vida" del comandante en jefe; incluidos visitantes, con hora de entrada y salida y temas tratados, apuntó el teniente coronel jubilado, visiblemente afectado por la muerte del ex secretario del Consejo de Estado y ex ministro.
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"Esas libreticas -excepto que las hayan recogido- estaban repartidas ente el Archivo Histórico (Consejo de Estado) y la casa de 160, donde fueron llevadas, hace unos años y con ellas se podría reconstruir la vida, casi minuto a minuto de Fidel", recordó.
La casa de 160, ubicada en la calle de igual nombre; al fondo del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), funcionó como residencia privada para usos alternos y pabellón para acoger regalos de estadistas extranjeros, durante varios años; incluida una guarnición propia, que se reforzaba con el primer anillo de la escolta, durante las visitas y estancias del mandatario.
Antes de pasar a trabajar directamente con Fidel Castro, Chomy Miyar se desempeñó como rector de la Universidad de La Habana; coincidiendo con campañas de limpieza ideológica y la llamada parametrización de homosexuales de ambos sexos.
Miyar Barruecos sobrevivió a la purga de 1989, que se llevó por delante a otras personas cercanas a Fidel Castro como José Pepín Naranjo, José Abrantes y Emilio Aragonés; pero la enfermedad de su jefe y la consolidación del raulato, marcaron su declive.
Con la muerte de Chomy desaparece la memoria viva más cercana al jefe de la revolución cubana; y de los ex secretarios y ayudantes ejecutivos del primer ministro y presidente solo le sobrevive Osmany Cienfuegos; pues Martha Frayde, Conchita Fernández, Celia Sánchez y el propio Pepín Naranjo, fallecieron antes.
"Chomy supo trabajar con un equipo reducido, que se habituó pronto al estilo guerrillero y nómada de Fidel; aunque también fue organizando el trabajo en la Secretaría, a la que llegaba abundante información de todas partes; incluidos departamentos auxiliares y de tareas priorizadas", subrayó el exescolta.
A la muerte de Celia Sánchez, Miyar Barruecos conservó el viejo equilibrio entre las oficinas de Fidel Castro en el Palacio de la Revolución y la conocida como Guarnición de 11, donde además de escolta e instalaciones deportivas para uso privado del mandatario acogía el Archivo Histórico del Consejo de Estado y una red de oficinas sobre planes de experimentación agropecuaria; entre otros.
La muerte de Pedro Álvarez Tabío (2009) dejó a Chomy -hasta este viernes- como la mayor y única referencia viva sobre Fidel Castro; aunque no ha trascendido si dejó testimonio escrito sobre sus largos años de trabajo y convivencia con el político más influyente de la mitad del siglo cubano, si clasificó y depuró sus famosos libreticas y grabaciones o dejó testimonio grabado de sus vivencias.
Tampoco han trascendido detalles de su abundante y peculiar archivo fotográfico que, con pasión japonesa, nutrió durante años con solo imágenes de Fidel Castro y acompañantes.
Viudo desde hace varios años, le sobreviven varios hijos repartidos entre Cuba, España e Italia; todos con bajo perfil público, aunque conocedores del peso que tenía una llamada de su papá a un miembro del Buró Político, ministro, embajador u cualquier funcionario cubano de diferente rango.
"Con Celia la comunicación era muy fácil porque nos veía como su familia y la de Fidel; pero Miyar ayudó a compañeros en situaciones diversas y las pocas veces que no estuvo, lo extrañábamos; pero ya somos viejos y la muerte nos va dejando solos y llenos de recuerdos", concluyó el exescolta, que elogió la constancia y dedicación de Chomi".
José Miguel Miyar Barruecos fue, además, miembro del Comité Central del gobernante partido comunista, diputado a la Asamblea Nacional, donde los más viejos aún lo recuerdan por un debate sobre las zonas congeladas de vivienda, que Castro cortó de cuajo y Héroe Nacional del Trabajo.
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