Luego de varias intercepciones a lo largo de la semana, el sábado la Guardia Costera de EE. UU. (USCG) repatrió a 83 balseros que pretendían arribar a las costas estadounidenses en medio de la agudización de la crisis migratoria cubana.
“Las tripulaciones del escampavías Angela Mcshan repatriaron este sábado a 83 personas a Cuba”, indicó la USCG en un tuit en el que reflejó las palabras del oficial del Séptimo Distrito Matt Miller insistiendo en lo contraproducente de migrar por vías ilegales.
Según avisó Miller, “tratar de arribar a Estados Unidos por mar puede hacer que las personas no sean elegibles en los procesos de solicitud de visas humanitarias (parole)”. En ese sentido, subrayó que “las tripulaciones marítimas patrullan todo el día, durante todos los días, para garantizar que las personas regresen con vida a sus familias”.
En su comunicado de este sábado, la USCG hizo referencia a las cifras de cubanos interceptados en el mar desde octubre de 2022 (año fiscal 2023). Un total de 5,183 cubanos han sido detenidos por los guardacostas estadounidenses en menos de cuatro meses.
El número resulta alarmante si se tiene en cuenta que el pasado año fiscal (FY2022) fueron interceptados 6,182 balseros cubanos.
Cuando apenas ha transcurrido un tercio del actual año fiscal, han sido interceptados más del 83 por ciento de cubanos que intentaron arribar a Estados Unidos por mar en el período anterior, que ya estableció un récord, superando incluso las cifras de 2016 (5,396), cuando se puso fin a la política de “pies secos, pies mojados” por parte de la administración Obama.
De mantenerse el flujo migratorio actual, el presente año fiscal podría terminar con alrededor de 15,000 balseros cubanos interceptados en el mar por la USCG, con el lógico aumento del gasto que comportan estas operaciones de rescate en el mar en las que “una vez a bordo del patrullero de la Guardia Costera, todos los migrantes reciben alimentos, agua, refugio y atención médica básica”.
Ante esta emergencia migratoria, las autoridades estadounidenses han anunciado que reforzarán la vigilancia de la en aguas del Estrecho de Florida y que procederán a la repatriación expedita de los capturados, sin derecho a los beneficios del programa de parole.
En ese sentido, las recientes declaraciones del Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, reiteraron el mensaje de que los cubanos y haitianos que se hagan a la mar y desembarquen en territorio estadounidense no serán elegibles para el proceso de parole y serán sometidos a procedimientos de deportación.
La ola migratoria de cubanos y de otras nacionalidades ha provocado un serio panorama de atención social en la Florida, principal destino de los recién llegados y gastos que resultan exorbitantes para las arcas del estado.
Ante el descomunal flujo de balseros, el gobierno de Florida desplegó los activos de la Guardia Nacional. A través de la Orden Ejecutiva 23-03 (Manejo de Emergencias – Migración Ilegal), se ordenó a las agencias policiales y otras agencias estatales apoyar a los gobiernos locales que se encuentran lidiando con "la alarmante afluencia de migrantes que desembarcan en los Cayos de Florida".
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