El meteorólogo cubano José Rubiera cumplió este domingo 77 años de edad, al servicio de la ciencia y del sistema meteorológico de la isla, según felicitaciones trascendidas en redes.
“Muchas felicidades en su cumpleaños para nuestro querido amigo y colega el Dr. José Rubiera, salud y larga vida al servicio de nuestro pueblo y el Sistema Meteorológico Nacional.!!! FELICIDADES”, apuntó este domingo en Facebook el Instituto de Meteorología de la República de Cuba.
El doctor Rubiera, quien es la cara más reconocida en la información del tiempo en la isla, nació en San Antonio del Río Blanco, Jaruco, provincia de Mayabeque, el 22 de enero de 1946.
A principios de los años 80, del pasado siglo, se inició en el mundo de la divulgación meteorológica, al punto de ser considerado hoy como la máxima autoridad ante el público cubano en materia de alertas ante huracanes, frente fríos, tornados, lluvias intensas, penetraciones del mar y cuanto desastre natural tenga que ver con los cambios meteorológicos en la isla.
Para el cubano, “lo tiene que decir Rubiera”, para estar seguro de todo lo que viene tras un huracán o frente frío.
El científico cubano es un investigador activo y profesor de la Licenciatura en Meteorología en la Universidad de La Habana, además del vicepresidente del Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en la Región de América del Norte, Centro América y Caribe.
También está al frente del Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, y representa al país caribeño en la OMM desde 1989, donde fue parte del Equipo de ejecución y coordinación de los servicios meteorológicos y miembro del Equipo de Expertos sobre medios de difusión.
Desde que se graduó como Meteorólogo su vida ha estado vinculada al estudio de huracanes, la elaboración de los partes del tiempo y los avisos de alerta temprana de tormentas tropicales, huracanes o depresiones atmosféricas.
Como experto ha recibido cursos de posgrado en el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos y en el Centro Hidrometeorológico de la antigua URSS.
Además de ser el científico cubano en esta materia que más se ha empeñado en educar a los cubanos en los temas de huracanes y otros fenómenos atmosféricos, Rubiera es el autor de más de medio centenar de artículos científicos publicados en Cuba o en el extranjero, de un libro y cinco folletos sobre temas de Meteorología tropical.
Además fue asesor del Servicio Meteorológico de la República de Nicaragua y asesor del Gerente General del Servicio Meteorológico de México en 1994.
Por sus logros como científico y educador es miembro de Honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba y ostenta el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Físicas, concedido por la Universidad Central Marta Abreu de las Villas.
El Reino de España, en octubre de 2018, le entregó la Orden del Mérito Civil, en la categoría de Encomienda de Número.
En septiembre de 2020, el doctor Rubiera regresó a la emisión estelar del Noticiero Nacional de Televisión nueve días después de sufrir un infarto que lo llevó a una sala de terapia intensiva en La Habana.
De modo que los cubanos pudieron ver nuevamente al entrañable especialista en las pantallas, ofreciendo los detalles sobre el clima en la actual temporada ciclónica. Al final del parte, Rubiera agradeció a los trabajadores del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de La Habana, donde recibió atención.
“A todos y cada uno de ustedes, en cualquier lugar del mundo en que estén, agradecerles por su preocupación y sus buenos deseos”, expresó el meteorólogo.
Tras conocerse el delicado estado de salud del doctor Rubiera, en esa ocasión el poeta y repentista Alexis Díaz-Pimienta le escribió una carta en versos en la que le transmitió el deseo de los cubanos de su pronta recuperación.
La seguidilla dice así:
Querido José Rubiera,
meteorólogo mayor,
¿cómo se encuentra, doctor?
¡Diga que se recupera!
Hoy se halla Cuba entera
pendiente de su salud.
Hay toda una multitud
de ateos que están rezando
y de creyentes buscando
datos con exactitud
científica sobre el hombre
que enfrenta a los huracanes
y rompe todos los planes
de la atmósfera. Su nombre
(aunque usted mismo se asombre)
está en todos los hogares.
Hay millones de insulares
siguiendo en televisión
cómo late el corazón
de un hombre de viento y mares
que ya es pariente cercano
de todo aquel que lo ve
a diario por la TV
con un puntero en la mano.
Nos importa el ser humano
que ha hecho –quién nos lo diría–
de la meteorología
una ciencia comprensible.
El rostro insustituible
frente a cada anomalía
atmosférica, espacial,
ciclónica, cualquier cosa
que ponga a Cuba nerviosa
en su ámbito natural.
“¿Rubiera en el hospital?”
“¿Le dio un susto el corazón?”
“¿Cómo fue la operación?”
“¿Pasó el peligro, señores?”
“¿Y qué dicen los doctores?”
“¿Y la recuperación?”
De todo esto se conversa
en cada casa cubana
de Guantánamo a La Habana,
Luego a Pinar y a la inversa.
Todo Cuba grita: ¡Fuerza!
Toda Cuba: ¡Te queremos!
Toda Cuba: ¿Ahora qué hacemos?
Toda Cuba: Usted descanse,
va a salir bien de este trance,
todos lo protegeremos.
Porque nos toca, doctor.
Usted se pasa la vida
cuidándonos, no se cuida
por cuidarnos. Lo mejor
Es que su ser protector
hoy se encuentra protegido
por todo un país unido
en rezos y en esperanza.
Doctor, tengo usted confianza,
siéntase de amor ungido.
Hoy un ciclón de cariño.
Un huracán de emociones.
Tifón de preocupaciones.
La lluvia haciéndole un guiño
tras el cristal, un sol-niño
asomado a su ventana.
Los árboles de La Habana,
los gorriones de Santiago,
todos protegiendo al mago
de la sapiencia cubana.
Por eso, doctor Rubiera,
le mando esta carta en versos.
No haga usted más esfuerzos.
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