Un singular efecto óptico en el cielo parecido a una estela de fuego captada por un fotógrafo en Matanzas generó asombro entre los residentes en esa provincia.
“Caballero, eso parece un meteorito entrando a la tierra, me estoy perdiendo el atardecer para filmar esto, ojalá la cámara mía llegara allá”, comentó en un video el fotógrafo Leonel Rufín Alfonso que publicó las imágenes en el grupo de Facebook "Ciudad de Matanzas en Fotos".
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Varios comentaristas se mostraron asombrados o temerosos del fenómeno hasta que una pormenorizada explicación científica firmada por el meteorólogo matancero Henry Delgado Manzor y por Yasmany Ceballos Izquierdo pusieron luz al asunto.
Aclararon que lo visto es una estela de condensación, es decir, nubes de hielo en forma de largas líneas, que surgen en ocasiones al paso de un avión por condensación del vapor de agua contenido en las emisiones de los motores.
El tono anaranjado y rojizo en este caso se debe a la iluminación procedente de los rayos del sol.
Según lo indicado por los especialistas “saber observar las estelas desde el punto de vista meteorológico pueden ayudar a determinar las condiciones atmosféricas".
En el caso de las imágenes captadas en Matanzas se puede deducir que había sobre esa región una baja humedad relativa.
Existen tres tipos de estelas: estelas de vida corta, estelas persistentes que no se extienden y estelas persistentes que se extienden.
En el caso en cuestión se trata de “estelas cortas” formadas porque "la cantidad de vapor de agua a la altura en que volaba la aeronave era baja, y las partículas de hielo que forman la estela (se nota perfectamente en las imágenes) vuelven rápidamente a su estado gaseoso".
Para quienes suelen detenerse a observar el cielo son habituales las estelas típicas blancas y largas en pleno cielo azul, pero "las que más causan confusión son las 'estelas cortas', que producen rastros de condensación bifurcados que iluminados por el sol se tornan de color naranja como en el caso del fenómeno de Matanzas".
En el último año son varios los fenómenos ópticos de diferente naturaleza registrados en el país que se viralizaron en redes sociales.
En agosto de 2022 un fenómeno óptico conocido como “cielo dividido”, por la fragmentación del cielo dos tonalidades: una azul y otra rosa, pudo observarse en Santiago de Cuba.
Unos meses después, en octubre, una nube iridiscente -un fenómeno meteorológico poco común- fue captado por el lente de un fotógrafo cerca de Cayo Mambí, en la provincia de Holguín.
También en Matanzas, en noviembre de 2022, un arcoíris monocromático de color predominantemente rojizo fue avistado en el Aeropuerto Internacional de Varadero.
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