Miguel Díaz-Canel Bermúdez confesó al rapero argentino Daniel Devita sus deseos de que el fútbol en Cuba desempeñe algún día "un papel decoroso" en América Latina, aunque no habló de derechos humanos y de los muertos en el país por falta de medicina durante la pandemia del coronavirus.
"No le ganaremos a Argentina, pero podremos estar en una buena posición", confesó el mandatario durante su vista a ese país, con motivo de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).
Díaz-Canel y Devita comenzaron hablando de fútbol, a propósito del Mundial de Fútbol, donde la selección argentina se llevó la copa del evento deportivo, y consideró que esa victoria fue una alegría.
"Regresar a Buenos Aires, después de ese grandioso triunfo de la selección argentina, para participar en la CELAC no nos separa de ese júbilo", explicó Díaz-Canel.
El mandatario cubano comparó la energía asociada del triunfo de Argentina con los deseos de la CELAC de integrar a los países de la región en torno a una plataforma "fallida", como la calificó en 2021 el periodista mexicano Ricardo Raphael, en un artículo de The Washington Post.
Tras alabar a presidentes latinoamericanos como Lula da Silva y Andrés Manuel López Obrador, el mandatario cubano reiteró que en la cumbre de la CELAC denunciará el embargo estadounidense y la permanencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Durante la entrevista, Devita mostró especial interés en resaltar el tratamiento que le dio Cuba al coronavirus, y el desarrollo de vacunas para mitigar los efectos de la pandemia, aunque estas no cuentan aún con una certificación de la Organización Mundial de la Salud.
Asimismo, se vanaglorió de la estrategia de vacunación llevada a cabo por el Ministerio de Salud y los protocolos para controlar la pandemia del COVID-19.
El dirigente político cubano vinculó este "éxito" a Fidel Castro y su apuesta por el desarrollo científico durante el período de crisis de los años 90, conocido eufemísticamente como Período Especial.
"En Cuba se ha desarrollado una capacidad de resistencia, que ha permitido avanzar, desarrollarnos por nuestro propio talento", aseveró.
Sin embargo, durante la conversación se evitó hablar de las personas que murieron en Cuba por no tener acceso a medicina u oxígeno, los hospitales saturados, el colapso de los centros de aislamiento sin condiciones básicas, así como la decisión de Díaz-Canel de llevar adelante su programa económico conocido como Tarea Ordenamiento en el peor momento de la pandemia.
Daniel Devita integró la delegación de influencers que se reunió con Díaz-Canel en La Habana el pasado año en un evento con jóvenes de izquierda, entre los que se encontraba el tiktotker Bruno Lonatti, con quien volvió a reencontrarse en Buenos Aires.
Consideró que Estados Unidos ha tratado a América Latina como un traspatio y mira la región con desprecio, sin tener voluntad de cooperar con la región.
"Nos quieren explotar, quieren fracturar nuestra identidad, nuestra cultura, nuestras esencias", agregó.
La visita del presidente cubano a Argentina le permitió establecer algunos contactos con entidades privadas de ese país vinculadas al turismo, la agricultura, la ganadería y la biotecnología.
No obstante, las criticas a su viaje no han faltado y uno de los mensajes más duros provino de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
“Lamentamos que estos dirigentes que violan los derechos humanos y descreen de la democracia hayan sido invitados por una organización que, entre sus objetivos, incluye la promoción de un diálogo respetuoso capaz de construir consenso sobre temas de interés común", afirmó la SIP, en alusión también a los mandatarios de Venezuela y Nicaragua.
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