Profesor Pedro Albert condenado a cinco años de limitación de libertad

Fue sancionado por los supuestos delitos de desorden público y desacato.

Profesor Pedro Albert Sánchez © Captura Facebook/Pedro Albert Sánchez
Profesor Pedro Albert Sánchez Foto © Captura Facebook/Pedro Albert Sánchez

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Este artículo es de hace 1 año

El profesor cubano Pedro Albert Sánchez fue condenado a cinco años de limitación de libertad por el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre por su participación junto a otros manifestantes en las protestas del 11 de julio de 2021.

La sentencia, enviada este miércoles a CiberCuba, sanciona a Albert Sánchez por los supuestos delitos de desorden público y desacato, a “cinco años de privación de libertad, sustituida por limitación de libertad en igual período”, pena que deberá cumplir “bajo el control e influencia del juez de ejecución”.


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Albert Sánchez y otros manifestantes del 11J en La Habana fueron juzgados en octubre de 2022 por el Tribunal Municipal Popular de Diez de Octubre y hasta la fecha fue que se conoció la sanción aplicada por protestar pacíficamente.

En esa ocasión la familia del preso político de 66 años cuestionó a los jueces porque no fueron explícitos a la hora de dictaminar la decisión, debido a que quedó pendiente el testimonio de un testigo.

En los días previos a su juicio hubo un amplio despliegue policial para impedir que personas cercanas al profesor se acercaran al tribunal y se conoció que durante su declaración, Albert Sánchez se limitó a decir "yo no soy comunista".

Por esas fechas, el profesor dijo también que podría comenzar otra huelga de hambre para protestar por los abusos que sufría en la cárcel, a pesar de ser un paciente diagnosticado de cáncer.

La Fiscalía le pidió cinco años de privación de libertad por condenar al régimen comunista.

Durante su estancia en la prisión de Valle Grande, el docente cubano intentó llamar la atención de la comunidad internacional con varias huelgas de hambre que deterioraron su salud y por eso fue necesario trasladarlo a la enfermería del penal para que recibiera atención médica.

En ese momento la familia mostró preocupación y pidió fe de vida para un hombre que, de acuerdo con declaraciones de antiguos alumnos, es una persona integral y con elevados principios éticos, por lo que consideran ha sido injusto su encarcelamiento.

En octubre último, tras su juicio, fue excarcelado bajo fianza para esperar la sentencia en su casa en La Habana.

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