Para la famiglia Dávalos León el juicio de jurisdicción que se ventila en Londres por una deuda millonaria de Cuba, podría ser su Waterloo, tras una carrera meteórica de Lourdes en bufetes españoles y la violación "grosera de varias regulaciones internas"; cometidas por ella y su padre, también actuante en el proceso de la capital británica.
La hija de Rodolfo Dávalos Fernández, sintiéndose respaldada por su papá y su meteórico ascenso lejos de Cuba, pero aprovechándose de su país natal, alardea de su acomodada posición económica; imagen que molesta en sectores de La Habana, contrarios a la fanfarronería, especialmente, cuando la mayoría de los cubanos, incluidos dirigentes medios pasan necesidades alimentarias, medicinales y de transportes, entre otras carencias.
"Aquí sabemos que para ustedes (emigración y prensa independiente) todos nosotros somos unos vive bien que no nos importa nada el pueblo; pero eso no es así; nos sentimos frustrados en muchas cosas y cuando vemos a la niña de Dávalos paseando por Londres con carteras de lujo, nos recomemos los hígados", dijo un funcionario del Ministerio de Economía y Planificación (MEP).
"Esto es una cabeza de caballo que tendrán que resolver los compañeros Díaz-Canel y Marrero, pero si te digo que aquí no estamos contentos con todo ese lío de Londres y las actitudes de la familia Dávalos", concluyó.
Obviamente, Lourdes Dávalos León es la principal responsable de su conducta, a la que ha contribuido "groseramente su papá, violando varias regulaciones internas", aseguró una fuente del Ministerio de Justicia (MINJUS) de Cuba.
Las preguntas que circula estos días, en aledaños del poder en Cuba es ¿qué hace un bufete español en el juicio de Londres, donde La Habana está representada por la firma legal inglesa PCB Byrne LPP, que ha estimado sus honorarios totales en 2,603,827 dólares estadounidenses?
¿El gobierno cubano no podía contratar directamente a PCB Byrne LPP y debió hacerlo a través del bufete español Uría y Menéndez?; subcontratación que implicaría un sobrecosto para las arcas cubanas.
Rodolfo Dávalos, desde su condición de presidente de la Corte Cubana de Arbitraje Comercial Internacional, adscrita a la Cámara de Comercio de la República de Cuba, "monopoliza" todo el escenario de los procesos arbitrales nacionales e internacionales relacionados con Cuba.
"Aquí se comenta que, cuando salió el tema, la primera opción fue encargar la defensa de nuestros intereses a (Rodolfo) Dávalos; pero él habría declinado en favor de Uría y Menéndez, donde trabaja su hija", contó la fuente del MINJUS.
"Desde su posición es muy fácil favorecer a bufetes internacionales; sin que apenas se note y -lógicamente- todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos", subrayó.
CiberCuba no ha podido contrastar este extremo en fuentes independientes, pero ha reconstruido la trayectoria profesional de padre e hija; con la ayuda de altos oficiales, funcionarios, profesores y juristas cubanos.
Rodolfo Dávalos tiene una reconocida experiencia en Derecho Internacional, fue director jurídico del Instituto Nacional de la Vivienda; a mediados de los años 80 del siglo pasado, y luego saltó al ámbito de la inversión extranjera en Cuba, donde su relación con el empresario canario Enrique Martinón fue providencial para su ascenso en el aparato cubano y acercarse a Fidel Castro.
Aunque no consiguió ser árbitro de la Corte Internacional de Arbitraje de París -uno de sus sueños más caros- hasta después del fallecimiento de Olga Miranda, directora jurídica de la cancillería cubana, fue posicionándose y ascendiendo, llegando a ser director del Bufete Internacional, S. A. de Cuba, donde estableció una relación de corresponsal del despacho español Consulting Empresarial, donde Enrique Martinón poseía vínculo e intereses y este vínculo fue útil al desembarco posterior de su hija en Madrid.
"Dávalos se centró en Martinón y el Grupo Meliá, a quienes atendía con dedicación y preferencia; amparándose en que Fidel (Castro) había bautizado al empresario canario como el primer audaz, recuerda una ex empleada del bufete.
El relevo de Fidel por Raúl Castro hizo pensar a algunos que los días de Rodolfo Dávalos estaban contados; como ocurrió con muchos otros, pero las circunstancias que rodearon la transición con el comandante en jefe en vida y la "falta de consenso en la dirección revolucionaria sobre el alcance de las reformas a emprender", frustraron el embullo Obama, "redujeron los cambios previstos y aceleraron la jubilación del general de ejército", aseguró un general retirado.
"Raúl -en su estilo habitual- comenzó a pedir explicaciones sobre las derrotas en los tribunales y las cantidades a pagar; y en una ocasión tuvo que ordenar a Luis Alberto (Rodríguez López-Calleja) pagar cuatro millones de dólares americanos de la caja de Rafin, S. A., por un pleito perdido", añadió.
Pero lejos de amilanarse, Rodolfo Dávalos aceleró la estrategia profesional que había diseñado para su hija; "sabiendo que, si lo tronaban, sus vástagos harían por él desde el extranjero": El hermano de Lourdes vive en Miami.
Lourdita, la bailarina española
Lourdes Dávalos León se graduó, con méritos académicos, en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, pero su papá exhibió su poder, durante la discusión de la tesis de grado; asumiendo el papel de tutor; y organizó la ceremonia en "uno de los salones del Hotel Nacional de Cuba, con brindis de champán incluidos una vez terminada la sesión docente".
"Desde entonces, supimos que Lourdita no sería una graduada más de nuestra facultad", donde su padre es también Profesor principal de la asignatura de Derecho Internacional Privado; y en la que antes impartió la de Derecho Mercantil, recuerda un ex compañero de clase; que reconoce los méritos profesionales de Rodolfo Dávalos.
Al graduarse en Derecho, como todos los universitarios en Cuba, a la hija de Dávalos le correspondía realizar el Servicio Social por dos años, en destino laboral designado por el gobierno, como práctica profesional obligatoria.
Pero antes de iniciar el cumplimiento de su Servicio Social, "Lourdita viajó a España para cursar estudios en una academia de baile; supuestamente ubicada en Granada, sur de España; aprovechando su antigua pertenencia a una sociedad cultural española La Habana", recordó una compañera de estudios.
Pero lejos de bailar en Granada, Lourdes Dávalos apareció en Madrid como pasante del despacho Consulting Empresarial, del que su padre era corresponsal jurídico en Cuba; obviando el cumplimiento de su Servicio Social, al prolongarse su estancia en España.
El no retorno a Cuba y su incumplimiento del Servicio Social provocaron que el entonces decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana y actual presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional, José Luis Toledo Santander, invalidó su título de licenciada, en cumplimiento de la normativa vigente.
Rodolfo Dávalos se lo tomó como una afrenta personal y se enfrentó al decano, subiéndole la parada al incluir a su hija como ponente de una Escuela de Verano, organizada por él, en el Hotel Nacional; atropello que motivó la protesta razonada de la Unión de Juristas de Cuba, que catalogó el hecho de "afrenta".
Pero papá Dávalos midió mal sus fuerzas y acudió a Homero Acosta Álvarez, hombre cercano a Raúl Castro y próximo presidente del Consejo de Estado de Cuba, amenazándolo -en tono colérico- que si no se resolvía favorablemente la participación de su hija en el evento del Hotel Nacional, iría a ver al general de ejército.
La respuesta de Acosta congeló a Dávalos y le provocó un episodio de hipertensión emotiva, que lo ingresó en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ): Yo orienté la exclusión de Lourdes, tras consultar con Raúl...
A partir de ahí, las fuentes discrepan sobre la homologación española del título cubano de Lourdes Dávalos, que le ha permitido ejercer su profesión en España y ahora en Londres; pasando por diferentes bufetes, con diferentes grados de vinculación su padre y la isla, como Lupicinio International Law Firm; favor que su papá "pagó vinculando al despacho español con el Bufete de Servicios Legales, conocido como BES y perteneciente a la Organización Nacional de Bufetes Colectivos de Cuba, entre otras cosas porque ya había comprometido su cuota con el Bufete Internacional cuando atrajo a Consulting Empresarial", aseguró una fuente conocedora del pacto.
En Lupicinio International Law Firm, Lourdes Dávalos encontró el amor, y contrajo matrimonio con uno de los abogados de dicho despacho; en una "grandiosa fiesta, en el hotel Meliá-Habana"; propiedad de la empresa mixta Cubacán, S. A. de la que Rodolfo Dávalos era su director general, además de Secretario-Letrado, y que representó la inversión hotelera de Enrique Martinón en Cuba.
En el barrio de Miramar, los Dávalos León, residentes en calle 11 entre 44 y 46, tampoco son apreciados por sus vecinos, debido a su constante "altanería y alardes".
Un vecino colocó un bombillo nuevo, con mayor potencia de luz en su portal y Rodolfo Dávalos llamó a su puerta exigiéndole que lo quitara porque le molestaba; a lo que el hombre respondió que pusiera una cortina para evitar el paso de la luz.
- ¡Tú no sabes quien soy yo!
- No, señor, yo no sé quien es usted...
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