Yaylin Mesa Vázquez, una de las 11 personas que fueron rescatadas tras el naufragio de una embarcación con casi una treintena de balseros que habían salido el pasado 23 de enero de Cárdenas, en Matanzas, dice que el dolor que siente es inmenso, y suplica que la búsqueda no se detenga.
“Hola a todos soy uno de los sobrevivientes del naufragio ocurrido en la ciudad de Cárdenas el pasado lunes 23. Gracias a Dios pude salir de esa pesadilla. Dios me dio una oportunidad. Aunque sigo viva, mi corazón está deshecho porque ahí perdí a mi hermana mayor, una mujer guerrera que luchó hasta no poder más", escribió la Yailyn en un conmovedor texto en Facebook.
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La joven -que acompañó su testimonio de imágenes de sus quemaduras y lesiones- dijo que además de su hermana perdió a muy buenas amistades, personas "que no merecían morir" y que "sólo querían un mejor futuro para ellos y sus familiares”.
“Le ruego a todos que pongan un granito de arena, todo el que pueda que ayude a buscar. Los guardacostas quieren parar la búsqueda y tengo entendido que después de 48 horas es que el cuerpo sube y flota. ¿Cómo es posible que quieran parar la búsqueda?", cuestionó la balsera, quien subrayó que muchas familias están esperando aunque sea los cuerpos de sus seres queridos.
La migrante dijo que no quere culpar a nadie, pero que "la culpa no puede caer en el piso".
"Solo pido a las autoridades que hagan bien su trabajo y se toquen el corazón y sigan buscando, que rastreen bien dentro de los cayos porque estoy segura de que en los cayos hay muchos más”, añadió.
Yaylin Mesa cuenta que en su caso ella y otra joven fueron rescatadas por un barco de pescadores y no por tropas guardafronteras, como dio a conocer la nota oficial de medios de prensa matanceros.
“A mí como a otra muchacha nos rescató un barco de pescadores, no fue guardafronteras, nos encontraron a la deriva mar abierto siento mucho todo esto y el dolor es inmenso. En paz descanse donde quiera que estén y espero que los que aún siguen con vida aparezcan pronto”, concluyó la joven, que compartió fotos de algunos de los balseros que formaron parte de la travesía.
El gobierno cubano, por su parte, confirmó este viernes que al menos cinco personas murieron y 12 se encuentran desaparecidas tras el naufragio de una embarcación casera frente a las costas de Cárdenas en la mañana del martes 24 de enero, al norte de Cayo Cruz del Padre.
La nota oficial no mencionó los nombres de fallecidos ni de sobrevivientes, aunque el comunicado detalló que entre los fallecidos hay una joven de 19 años.
El medio oficialista explicó que todos los involucrados en eran residentes en Cárdenas y que salieron del país de manera ilegal por Torrontela, un punto de la costa norte de ese territorio.
El régimen cubano había informado previamente que una balsera sobreviviente del naufragio fue atendida en un hospital de la provincia por signos de deshidratación y que otros estaban siendo atendidos en el hospital provincial Faustino Pérez.
Al parecer el bote, fabricado con tanques metálicos de 55 galones, se incendió poco después de salir y los migrantes se vieron obligados a lanzarse al agua en medio de un fuerte oleaje.
Aunque medios oficiales refieren que la búsqueda y rescate desplegada por las Unidades de Guardafronteras se encuentra en curso, allegados de los desaparecidos han pedido el apoyo de todos los pescadores que faenen en la zona por temor a que las autoridades suspendan la operaciones.
Autoridades estadounidenses han reforzado los controles fronterizos en las últimas semanas para bloquear las entradas por mar a través del Estrecho de Florida, y han advertido que los interceptados serán repatriados de forma expedita y sin derecho a los beneficios del programa de parole humanitario.
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