Las autoridades cubanas avanzan en la reconstrucción del hotel Saratoga de La Habana, el cual fue destruido por una poderosa explosión el pasado 6 de mayo alrededor de las 10:50 a.m.
Fotos tomadas por CiberCuba muestran el estado actual del edificio, situado en Paseo del Prado 603, el que aún permanece cercado por una larga valla.
La fatídica explosión que provocó 47 muertes, incluidos cuatro niños, causó enormes daños en todo el inmueble, con excepción tal vez del último piso, de acuerdo con las imágenes de la destrucción.
Por otra parte, el edificio de viviendas colindante, que también sufrió graves daños y donde murieron varios de sus residentes, por lo que se ve en las imágenes no se está reparando, solo continúa apuntalado.
Desde los primeros días tras la tragedia, representantes del gobierno auguraron que el Saratoga, que regenta el grupo hotelero Gaviota, en manos de la cúpula militar del régimen, no ofrecía peligro de derrumbe.
"Hasta ahora no hay peligro de derrumbe y la perspectiva es que se pueda salvar la estructura", afirmó el ministro de la Construcción de Cuba, René Mesa Villafaña, dos días después del desastre.
El gobierno siempre apostó por la recuperación de la lujosa instalación, con categoría cinco estrellas, que al momento del desastre contaba con 96 habitaciones, de ellas siete suites; además de tres bares, dos restaurantes, piscina, spa y gimnasio.
Mientras, los residentes de los edificios familiares siguen lamentando la destrucción de sus hogares.
En septiembre, a más de cuatro meses de la tragedia, una vecina del edificio Prado 609, colindante con el hotel, denunció que en el lugar "solo existe ruina y destrucción".
Bárbara Tenreyro publicó en Facebook fotos del edificio antes de la catástrofe para mostrar cómo lucía y ofrecer un contraste con los escombros que hay ahora.
"Todo se ha perdido, no queda nada de lo que construimos con gran esfuerzo. Hoy solo existe ruina y destrucción y una gran desesperanza e incertidumbre, sin saber cuándo volveremos a esa vida que habíamos logrado con tanto sacrificio", dijo.
La vecina se refirió al dolor que sienten todos los antiguos habitantes por haber perdido sus viviendas.
En otra publicación, recorrió los restos de su casa y mostró en un video que el sitio sigue "como el primer día" después del siniestro.
Los apartamentos fueron sometidos a saqueos constantes, les sustrajeron instalaciones eléctricas, sanitarias y de la cocina, equipos, muebles, puertas, rejas, entre otros elementos más.
Los vecinos, por su parte, continuaban sin una respuesta de qué será de sus vidas.
Tras producirse la explosión, los obligaron a abandonar sus hogares y se hallaban "en una situación en la que ningún ser humano quisiera estar: fuera de nuestro hogar y de todo lo que construimos con esfuerzo propio como resultado de muchos años de trabajo", según comentó la propia Tenreyro.
Aunque fueron atendidos de inmediato y les brindaron dónde vivir, admitió, no pudieron sacar muchas de sus pertenencias -posteriormente robadas- por el peligro de derrumbe que presentaba el edificio.
El estallido afectó un total de 38 viviendas aledañas al Saratoga, donde residían 95 personas.
La explosión también causó daños graves en la escuela primaria Concepción Arenal, donde varios menores resultaron lesionados, en el Templo Bautista El Calvario y en el Teatro Martí.
La escuela y el Teatro Martí fueron reparados en septiembre pasado.
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