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El gobierno cubano Cuba está recuperando la Empresa Siderúrgica José Martí, conocida como Antillana de Acero, gracias a un crédito ruso de más de 111 millones de dólares.
Reinier Guillén Otero, director general de la fábrica, precisó al periódico Granma que la inversión abarca toda el área de la acería, así como los sistemas termoenergéticos y de electricidad, el laminador 250, los viales y las líneas férreas.
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"En estos momentos, la acería eléctrica está en los ajustes finales de su culminación para la puesta en marcha, que permitiría reanudar la producción nacional y la exportación de palanquillas de acero", dijo.
Según Guillén Otero, aunque inicialmente el proyecto se concibió como una reparación capital del complejo, al iniciar los trabajos casi se ha hecho todo nuevo.
Antillana, ubicada en el capitalino municipio del Cotorro, mostraba un notable deterioro desde hace años: la acería (el corazón del complejo, donde se produce el acero), el laminador y la depuradora de gases presentaban una situación crítica.
La inversión en la acería se inició en marzo de 2020, cuando se decidió parar la fábrica.
Allí se reconstruyó la mesa de enfriamiento y se hicieron reparaciones en la estructura de la edificación, así como en las grúas viajeras, la zona donde se vierte la chatarra para producir el acero y las áreas de elaboración como el horno, donde se concibe el acero líquido.
"Desde mediados del pasado año se fueron ultimando los detalles de montaje y se inició la fase de puesta en marcha", señaló el directivo.
En cuanto al suministro eléctrico, se creó una subestación de 220 kV, con cuatro transformadores de los cuales salen tres voltajes básicos: uno de forma exclusiva para los hornos cuchara de la acería, otro para el horno de arco eléctrico del laminador, y otro para toda la carga restante.
La subestación va a cubrir toda la demanda de electricidad que necesite la acería y servirá para los suministros de agua y gases.
También se edificó una depuradora de gases para purificar las impurezas de los gases que salen del horno de la acería a la atmósfera mediante los conductos de enfriamiento. Es una obra nueva tanto en estructura como en tecnología.
Por último, en el laminador 250, en el que se fabricarán las demandadas barras de acero, conocidas popularmente como cabillas o varillas de acero, se efectuó una reparación estructural total que incluyó techo, paredes y montaje de nuevas grúas.
El gobierno ha puesto sus esperanzas en la reanimación de esta otrora importante fábrica para impulsar las exportaciones de la industria sideromecánica, la cual -confía el régimen- podría generar ganancias por 103 millones de dólares este año.
En 2017, una explosión en la Antillana de Acero provocó la muerte de al menos tres personas.
La prensa oficial no se pronunció sobre el accidente, pero pocos días después de la explosión Cubadebate publicó un artículo que incluía reportaje fotográfico sobre el trabajo en la empresa.
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