El gobernador de Florida, Ron DeSantis, podría tomar el control del distrito especial de Disney si finalmente llega a buen término la discusión del proyecto de Ley que comenzó esta semana en el Congreso estatal para restructurar el conocido Reedy Creek Improvement District, según medios de prensa.
DeSantis tomaría el control de la junta de gobierno del distrito que Walt Disney World opera en Florida si los legisladores aprueban su propuesta, que para muchos es la manera del gobernador de castigar a la compañía por oponerse a su iniciativa, que ya es ley, conocida como “No digas gay”, sostiene la agencia AP.
De aprobarse esta nueva iniciativa del gobernador de Florida, la ley dejará intacta en gran medida el distrito y sus capacidades, aunque llevaría el nombre de Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central, con una junta de supervisión de cinco miembros, nombrados por DeSantis, y no por entidades controladas por Disney.
Con esta propuesta de Ley, DeSantis mostró su músculo a uno de los mayores empleadores y donantes políticos de su estado, además de reforzar el estilo de liderazgo combativo que lo está impulsado al estrellato político nacional y atrae a los votantes conservadores, apuntó el citado medio.
Disney emplea unas 60,000 personas en el estado de Florida. Reedy Creek Improvement District, donde se asienta el gigante del entretenimiento, es un distrito especial que abarca unos 100 kilómetros cuadrados entre los condados de Osceola y Orange, en el centro de Florida.
Como distrito independiente se le permite a Walt Disney World tener su propia policía y cuerpo de bomberos, entre otras concesiones.
DeSantis y el gigante del entretenimiento entraron en desacuerdo por las críticas que hizo la empresa tras la promulgación de la ley "Don't Say Gay" por el gobernador de Florida , el pasado marzo.
La ley, que se conoce oficialmente como “Derechos de los Padres en la Educación”, prohíbe a los maestros en las escuelas de ese estado educar sobre sexualidad e identidad de género hasta el tercer grado.
Sobre este punto, Disney consideró que esa norma “nunca debió ser aprobada”, al tiempo que se disculpó con sus empleados por haber mantenido silencio y optar por hacer campaña en contra de la ley “detrás de las cortinas”.
Antes de la promulgación de la ley, el presidente ejecutivo de Disney, Bob Chapek, anunció la cancelación de los cuantiosos donativos políticos de la compañía en Florida, que afectan incluso al propio DeSantis.
Roy P. Disney, sobrino nieto de Walt Disney y cofundador de Walt Disney Co., dijo sobre esta ley que “la igualdad nos importa profundamente, especialmente porque nuestra hija, Charlee, es transgénero y me siento orgulloso de la comunidad LGBTQ”.
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