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El incendio forestal de grandes proporciones que se desató el pasado 26 de enero en la zona montañosa del municipio de Mayarí continúa sin ser controlado.
Actualmente, fuerzas del Cuerpo de Guardabosques, de la Empresa Agroforestal de Mayarí, voluntarios y efectivos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) trabajan por contener y minimizar los efectos del siniestro, con origen en la localidad de El Prado, ubicada a unos 700 metros sobre el nivel del mar, informó este miércoles la agencia oficialista Prensa Latina.
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Estas fuerzas ejecutado más de 40 kilómetros de trocha, con una dimensión de cuatro a seis metros de ancho.
Sin embargo, las características de la geografía agreste, de difícil acceso y con abundante material orgánico vegetal, así como las bajas precipitaciones han complejizado la labor de estas fuerzas.
Asimismo, la sequía y la presencia del pinus cubensis, que cuando explotan sus conos se dispersan hacia múltiples lugares, contribuyen a la propagación de nuevos focos a una rápida velocidad.
De las más de mil hectáreas afectadas ya por el fuego, unas 600 pertenecen al bosque natural, mientras que el resto a plantaciones, áreas taladas, caminos y superficies no forestadas.
En la zona afectada trabajan drones, maquinaria especializada, helicópteros de las FAR.
El pasado viernes, hasta en dos ocasiones, una aeronave logró sobrevolar la zona y arrojar agua sobre las llamas, pero tuvo que suspender la misión ante la imposibilidad de colocar en la zona a un apuntador.
Según Granma, en la jornada anterior, un helicóptero realizó dos exploraciones para determinar la posibilidad de verter agua mediante el mismo procedimiento, pero las fuertes rachas de viento habrían obligado a desistir de esa operación.
Por las mismas causas fue imposible el despegue de drones, que habrían tenido la tarea de vigilar la trayectoria del fuego.
Por estas razones, los trabajos de extinción se realizan por medios humanos desplazados a la zona. Igualmente, se dispone de medios ingenieros, entre ellos dos buldóceres aportados por las empresas constructoras ingenieras No. 16 y 17, con el fin de crear trochas cortafuego.
Aunque la magnitud real del desastre se conocerá tras la extinción de las llamas y la evaluación de los expertos en medio ambiente, las autoridades cubanas aseguran que el incendio ha provocado ya un daño significativo en el ecosistema.
Casi todos los incendios forestales en Cuba son provocados por personas, de acuerdo con los guardabosques cubanos.
Alrededor del 90 por ciento de los fuegos en áreas boscosas se originan por las quemas no autorizadas de hierba o caña, el empleo de vehículos sin matachispas y la actividad de cazadores furtivos, aseguró recientemente Manuel Lamas Gómez, jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba.
Estas causas suponen casi la totalidad del origen de los incendios y contrastan con las naturales, las cuales contabilizan solo el dos o tres por ciento del total, y se deben principalmente al impacto de descargas eléctricas, al aumento de las temperaturas y al cambio climático, entre otras.
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