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Otros dos feminicidios en Cuba fueron confirmados este jueves, con los cuales suman nueve las mujeres asesinadas en el país en lo que va de año, de acuerdo con fuentes independientes.
El portal de noticias Cubanet confirmó con fuentes cercanas a las víctimas los feminicidios de Arisdani Viamontes Tomás en el reparto Buenos Aires, en Camagüey; y de Neisa López Vargas, en Bayamo, Granma.
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López Vargas, de 29 años y madre de un niño de ocho y otro de cuatro, fue ultimada con arma blanca cerca de su vivienda el 11 de enero último, según el medio de prensa, que estuvo en contacto con su familia.
Ella fue asesinada, dijeron, por un expolicía de 66 años, quien años atrás asesinó a su esposa y atacó a su cuñada y estaba bajo libertad condicional por ser paciente de cáncer.
Las fuentes consultadas aseguraron a Cubanet que la joven trabajó como cuidadora durante un tiempo para el sujeto, pero sin conocer sus antecedentes penales. Renunció cuando estuvo al tanto de sus crímenes, aunque él no aceptó que ella no lo quisiera como paciente.
“Él comenzó a amenazarla y a seguirla en la calle. El día que la mató, estaba escondido cerca de la casa de ella, esperando que regresara de su nuevo empleo”, aseguró Raquel del Toro, quien es prima de la víctima.
También refirió que su prima había interpuesto una denuncia contra esa persona en la Unidad Municipal de la PNR de Bayamo, pero de nada sirvió.
Lien Alvarado, madrastra de la víctima, también contó en Facebook que “ella lo acusó de acoso y no pasó nada, como siempre”. Además, dijo que las autoridades solo detuvieron al victimario después de que le propinó 17 puñaladas a la joven, a unos metros de donde estaban sus hijos y su esposo.
El otro feminicidio reportado es el caso de Viamontes Tomás, de 43 años, quien habría sido asesinada el 27 de enero último por su esposo Yisney López en la casa donde ambos vivían.
Una fuente familiar contó al citado medio que su victimario la ultimó con un arma blanca. “Ella no quería seguir con él y le pidió el divorcio. Por eso la mató después de 20 años de matrimonio. Los hombres piensan que son dueños de las mujeres y pueden hacer lo que quieran”, lamentó el familiar de la víctima.
La misma persona contó que después de atacarla, el asesino huyó, pero fue arrestado ese mismo día por la policía y está detenido bajo proceso de investigación.
Viamontes Tomás es madre de una joven de 19 años, quien fue la que encontró el cuerpo de su madre asesinada por su padre sobre una cama.
Activistas y organizaciones de la sociedad civil independiente se han organizado en torno a una iniciativa que pretende volverse viral en redes sociales, para protestar en contra de los feminicidios en Cuba y mostrarse a favor de una ley integral que ponga a salvo a las mujeres de la violencia de género.
Con una cinta negra en la mano, en señal de luto por mujeres que han muerto a manos de feminicidas, los promotores de esta iniciativa, sugerida por la activista Laura Vargas, proponen llamar la atención sobre la pasividad del gobierno de la isla para atender esta crisis.
"Apoyamos y acompañamos esta iniciativa de varias activistas mostrando sus cintas negras en señal de luto y protesta por los registros de feminicidios en Cuba y la posición del Estado cubano al respecto", escribió en Twitter la plataforma feminista Yo Sí Te Creo en Cuba.
La revista femenina Alas Tensas divulgó la campaña e incitó a que todos los que se sientan identificados con la propuesta compartan en sus redes sociales una foto con la cinta negra en la mano.
"Por las hermanas que han sido acosadas, violadas, golpeadas, asesinadas... Por ellas me pongo una cinta negra en mi mano como símbolo de luto, pero también es mi forma de protesta por la indiferencia y el silencio de las autoridades cubanas. El silencio es cómplice", declaró la publicación en su cuenta de Instagram.
Asimismo, invitaron a firmar la petición al gobierno de una Ley Integral de Género, que no está incluida en el actual cronograma legislativo cubano, que se extiende hasta 2028.
En lo que va de año se han notificado varios feminicidios en Cuba, y uno de los que más conmoción causó fue el de Leidy Bacallao, una adolescente de 17 años de Camagüey, que fuera ultimada a machetazos delante de la propia policía.
Las autoridades prometieron investigar lo que sucedió, sobre todo porque el violento asesinato tuvo lugar en una estación policial, y aunque la oficialista Federación de Mujeres Cubanas rechazó el suceso, fue criticada por el activismo independiente por su falta de empatía con el caso y las víctimas de la violencia de género.
Esta situación alarma a las plataformas feministas de Cuba, que acusan al gobierno comunista de ser el principal responsable y solicitan además que se declare un estado de emergencia.
"Nos están matando porque vivimos en un Estado feminicida, que criminaliza el activismo feminista y LGBTIQA+ (y a todos los activismos) y no quiere implementar mecanismos de protección, para los que es imprescindible la sociedad civil", dijeron en un comunicado.
En Cuba no hay un registro oficial público de feminicidios, por lo que son las organizaciones independientes quienes llevan un control de los casos que logran trascender el espacio privado.
De acuerdo con estos grupos, en 2022 hubo un total de 34 feminicidios en Cuba, la mayoría de ellos en La Habana, Matanzas y Camagüey.
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