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Este miércoles el Embajador de Rusia en Cuba, Andrei Guskov, participó en la ceremonia oficial de entrega de 25 mil toneladas de trigo que llegaron a Cuba como donativo enviado por el gobierno ruso.
A finales de diciembre la agencia estatal Prensa Latina informó que autoridades del gigante euroasiático habían destinado más de 800 millones de rublos -alrededor de 11 millones 576.749 de dólares estadounidenses- al Ministerio de Emergencias para la compra de trigo y su envío a La Habana.
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Un decreto del gobierno ruso especificaba que la entrega se haría en forma de ayuda humanitaria y llegaría por la vía marítima.
En abril del pasado año, Rusia donó otras 20,000 toneladas de trigo a Cuba, en un momento en que la escasez de harina llevaba a las autoridades cubanas a investigar si podían usar la harina de garbanzo para producir pan.
Rusia es un poderoso aliado del régimen cubano, al que ha respaldado en momentos de crisis con envíos de ayuda humanitaria para minimizar el descontento social y la crisis sanitaria asociada a la pandemia de coronavirus.
En octubre de 2022 el viceprimer ministro Dmitri Chernyshenko anunció que su gobierno estaba considerando enviar a la isla de forma regular suministros como petróleo y derivados, así como fertilizantes y trigo.
Según el funcionario ruso, La Habana había solicitado al gobierno de Vladímir Putin el envío regular de esos insumos, para paliar la grave crisis energética y de alimentos que padece el país caribeño.
A finales de noviembre de 2022, Miguel Díaz-Canel anunció que durante su última visita a Rusia se evaluó la importancia de incrementar proyectos de inversión rusos en el país y "el suministro de alimentos e insumos para su producción".
En los últimos años Moscú ha hecho varias donaciones de alimentos para paliar la crisis económica en Cuba. Entre 2020 y 2021, financió al Programa Mundial de Alimentos (PMA) para enviar ayuda por un monto de 4 millones de dólares.
En noviembre de 2021 Rusia entregó a La Habana a través del PMA 672 toneladas de aceite vegetal para su distribución gratuita a los Sistemas de Atención a la Familia (SAF), personas de bajos recursos y comedores para unos 70,000 ancianos, y a afectados en situaciones de emergencia.
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