"Sabemos que vamos a enfrentar a lanzadores de calidad y muchos recursos", aseguró el coach de bateo del equipo Cuba al Clásico Mundial, el legendario santiaguero Orestes KIndelán, quien insiste en la necesidad de "mejorar el golpeo de la bola" durante los entrenos que tienen como sede a la ciudad japonesa de Okinawa.
El otrora cuarto bate de las selecciones nacionales le dijo al sitio Jit que "la calidad y fortaleza de las conexiones dependerán del correcto empleo de la mecánica, dentro de la técnica de cada jugador", e hizo énfasis en el buen rollo que se vive dentro del grupo.
"Esperamos que todo siga así -apuntó-, porque es el ánimo de todos, empeñados en enfrentar la competencia con esta misma alegría".
Otro de los preparadores, Rafael Muñoz, consideró que "han fluido bien el trabajo táctico y las acciones de grupo, además de la buena utilización de las máquinas de pitcheo para batear bolas rápidas y envíos en rompiente, que son tareas fundamentales".
Dicho sea de paso, la producción ofensiva ha sido el Talón de Aquiles de la mayoría de los conjuntos cubanos que han salido a la arena internacional en las dos últimas décadas.
Pasado mañana, la escuadra insular sostendrá su primer partido de fogueo en tierra japonesa. Entonces el rival será el plantel de segunda división de Nippon Ham Fighters, y posteriormente chocará contra Chunichi Dragons (día 19), Yakult Swallows (21), Yomiuri Giants (22) y Fukuoka SoftBank Hawks (23).
Según se conoció, la apertura del primer encuentro correrá a cargo del camagüeyano José Ramón Rodríguez, con Yoenni Yera, Javier Mirabal (reserva), Yeudis Reyes y Franklyn Quintana (reserva) como relevos, por ese orden.
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