El ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, informó este jueves que hay atrasos en la entrega de la cuota de sal para la población por problemas de transporte del producto.
"Tenemos más de nueve mil toneladas de sal en las salinas", dijo De la O Levy, quien aseguró que los almacenes están llenos, pero no hay como distribuirla por tener problemas con el mal estado técnico en las casillas de ferrocarril que trasladan el importante producto.
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Sus declaraciones se produjeron en el programa televisivo Mesa Redonda, donde dijo que un equipo de personas está "analizando cómo hacer para modificar las condiciones de las salinas" a fin de que los trenes carguen la sal en planchas, en lugar de usar casillas y así llenar los contenedores.
El Estado cubano solo cuenta con 14 planchas de ferrocarril y tiene la aspiración de llegar a 100 para poder mover la sal en los contenedores. Mientras se buscan soluciones por la carencia del producto, los cubanos no encuentran sal para sazonar sus alimentos por ninguna parte.
Lo más curioso es que, a pesar de tener los almacenes llenos y más de nueve mil toneladas en las salinas, el gobierno cubano importa sal de otros países como España.
La sal no es el único producto que escasea en Cuba. Este jueves el humorista cubano Yuri Rojas visitó el Hotel Guantánamo y tuvo que desayunar una fritura y leche, porque no había en la instalación turística ni pan ni azúcar.
"Esta mañana no había ni pan ni azúcar. Ahora se dispara la alarma contra incendios y dicen que a cada rato pasa. Tiene que ser, porque esto está en candela", dijo el comediante.
La escasez de sal no es un problema nuevo en Cuba. El producto aparece y desaparece de las bodegas y su calidad también fluctúa.
Algunas veces el Estado ha logrado venderla empaquetada, pero ya desde hace mucho tiempo la comercializan a granel, como en los tiempos de la Colonia.
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