Un joven turco de 17 años grabó un mensaje de despedida mientras estaba sepultado bajo los escombros de su casa durante el terremoto ocurrido la semana pasada.
Taha Erdem registró con su celular algunos momentos que vivió atrapado bajo las ruinas de su vivienda, en medio de las réplicas que siguieron al sismo.
El adolescente estaba convencido de que iba a morir, y quiso enviar un último adiós a sus seres queridos en el que muestra su profunda fe religiosa.
"Creo que este es el último video que filmaré para ustedes. Hay muchas cosas de las que me arrepiento. Que Dios me perdone todos mis pecados. Si salgo vivo de aquí hoy, hay muchas cosas que quiero hacer", comienza.
"Todavía estamos temblando, sí. Mi mano no está temblando, es el terremoto", dice, con una sorprendente ecuanimidad.
"No puedo salir por mí mismo de aquí. Si trato de salir afuera, hay un agujero. Si trato de retroceder, como pueden ver el techo está caído. Esta cosa está arriba de mí", describe.
Taha vivía con sus padres y sus hermanos menores en un edificio de apartamentos de cuatro pisos en un barrio obrero de la ciudad de Anatolia.
El pasado 6 de febrero, la familia dormí cuando la violenta sacudida los precipitó hacia abajo y quedaron atrapados bajo la construcción, totalmente destruida.
"Creo que he perdido a mi mamá y mi papá", agrega el joven en el video, antes de cerrar los ojos y ponerse a recitar una oración musulmana en árabe.
A continuación se escucha el ruido de los temblores sacudiendo el edificio derrumbado. El joven levanta la cabeza, mira a su alrededor y comenta: "Estamos temblando, chicos, estamos temblando".
Pero Erdem y toda su familia sobrevivieron al terremoto.
El adolescente fue uno de los primeros residentes del edificio en salir con vida, gracias a vecinos de la zona que lo sacaron dos horas después del desastre, y lo llevaron a la casa de una tía.
Ocho horas después, sus padres y hermanos también fueron rescatados.
No corrieron igual suerte otras 47 personas que residían en el inmueble.
La familia se encuentra ahora en una tienda de campaña provista por el gobierno.
La madre de Taha relató a The Associated Press que ella y su esposo dormían con los hijos menores de 13 años y nueve años en una habitación, mientras su hijo mayor estaba en otro cuarto.
Por eso, mientras estaba atrapada bajo los escombros, la mujer gritaba el nombre de su hijo, pues quería que los cinco pudieran morir juntos.
Finalmente se reunieron todos en la casa de la hermana de la mujer.
"El mundo era mío en ese momento. No tengo nada, pero tengo a mis hijos", dijo ella.
Tras el potente terremoto que azotó parte de Turquía y Siria, se han visto impresionantes historias, como la de una familia que fue encontrada con vida luego de permanecer 13 días atrapada entre los escombros de un edificio.
Se trató de una pareja y su hijo de 12 años, quienes estaban bajo una construcción colapsada en la ciudad de Antakya, al sur de Turquía. Sin embargo, medios internacionales confirmaron después que el menor murió de camino al hospital.
Otra historia que se hizo viral en Internet fue la de la pequeña Aya, quien fue salvada por un rescatista que la encontró bajo los escombros, atada a su madre por el cordón umbilical.
Su madre y toda su familia cercana murió, y ella llegó al hospital en muy mal estado, con golpes, moretones y casi sin respirar.
Los rescatistas comenzaron a usar hace días ratas entrenadas para localizar a posibles sobrevivientes bajo las ruinas de los edificios colapsados.
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