Los robos y profanaciones de tumbas aumentan en el cementerio de la ciudad de Las Tunas, según denuncia trascendida en prensa local oficialista.
“Y, como si ya la muerte no doliera demasiado, está siendo ultrajado el sitio de reposo de los difuntos y es esta una situación lamentable, conocida a vox populi, y denunciada por la prensa, las autoridades y la sociedad en distintos momentos y diversos espacios”, apunta este miércoles el medio local oficial Periódico 26, en un reporte en el que se califica de “terrible” ver como habitual los daños a los cementerios y a sus muertos.
El citado medio expone entre esos daños el robo de jardineras, libros y otros elementos de las tumbas en el cementerio municipal Mayor General Vicente García González de la capital de esa provincia, de estilo ecléctico y donde se ubica un valioso nivel de arte funerario.
“Este tema del hurto y los hechos vandálicos en el cementerio se ha seguido bastante”, aseguró el subdirector de Higiene y Necrología en la Dirección Provincial de Comunales en Las Tunas, Raúl Ernesto Martínez Rodríguez, quien justificó la ocurrencia de estos actos con la falta de iluminación en el cementerio y con el escaso personal para la seguridad y protección del camposanto.
“El lugar no se ha podido iluminar de la manera correcta, tampoco está completa la cantidad de agentes de seguridad y protección que lleva el sitio”, afirmó el directivo.
También argumentó que la escasez de personal se debe, entre otras cosas, “porque muchas personas han dejado claro que no están dispuestas a trabajar en este lugar. Algo que está dado porque tenemos una idiosincrasia muy arraigada con respecto a estos temas y entonces, por asuntos culturales y demás, se dificulta cubrir la fuerza de trabajo”.
Asimismo, el reporte refiere que el crecimiento de la comunidad alrededor del cementerio también ha agravado allí lo ocurrencia de robos y profanaciones de tumbas.
El medio subrayó que hay varias casas unidas a los muros del cementerio y “eso hace que también las indisciplinas del barrio lo afecten”, aunque los vecinos entrevistados aseguraron “no saber, nada de nada” sobre robos y daños en el camposanto.
El directivo de Comunales sostuvo, además, que no está colapsado el cementerio local, aunque se trabaja, sin precisar fechas, en el proyecto de un nuevo camposanto, en un sitio menos poblado y cerca de lo que será el incinerador de esa provincia.
“Todo el trabajo es gradual y lo más importante es que la gente conozca que se está laborando y que Las Tunas tiene otros cementerios en sus zonas urbanas y no son solo para las comunidades donde están enclavados, es para toda la población del municipio”, puntualizó Martínez Rodríguez.
Los robos y profanaciones de tumbas no solo ocurren en esta provincia, ya que estas prácticas también se han denunciado en otros territorios.
En la última semana trascendió la denuncia de una familia cubana que enterró a un ser querido a comienzos de este año en el cementerio San Carlos Borromeo, en la ciudad de Matanzas, y encontró en la bóveda familiar varios féretros abiertos a los que faltaban restos óseos.
“Cuando llegamos a la bóveda vimos varias cajas abiertas a las que les faltaban los restos. Había huesos por dondequiera, parece que les cogieron las cabezas y las articulaciones a las personas. Yo nunca había visto cosa igual en mi vida”, indicó la doliente en declaraciones al diario local Girón.
Un pormenorizado artículo del citado medio de prensa oficialista precisó que la deficiente vigilancia e iluminación del lugar favorece un listado de fechorías que van desde el robo de elementos decorativos de las bóvedas hasta la profanación de féretros para extraer huesos con fines religiosos.
El recinto -el tercero más importante de Cuba en cuanto a valor patrimonial y el segundo más grande del país- solo dispone de diez vigilantes en turnos de 24 por 72 horas cuando necesitarían de al menos 20 custodios para cubrir los 135 mil metros cuadrados del camposanto.
El nuevo Código Penal cubano establece en el artículo 233 de la Ley 151 de 2022 el delito de "exhumaciones ilegales", el cual está ubicado en el Título IV sobre Delitos contra la seguridad colectiva.
La ley contempla “que quien, sin cumplir las formalidades legales, realice o haga realizar una exhumación o el traslado de un cadáver o de restos humanos, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas, o ambas”.
Según denuncias previas, en el cementerio de Ciego de Ávila se realizan exhumaciones rudimentarias y antihigiénicas. También se ha aludido al mal estado en que se encuentra el cementerio de Velasco, en la provincia de Holguín.
En noviembre del pasado año se reportó el abandono del camposanto de la Isla de la Juventud conocido como Cementerio de Columbia o “cementerio de los americanos”.
A comienzos de este 2023 las quejas recayeron sobre la dramática situación que atraviesan los cementerios de Sancti Spíritus. En la lista de problemas los mismos que afectan a los camposantes de otras provincias: robo de objetos fúnebres, de flores, enyerbamiento de las áreas, presencia de restos de féretros, acumulación de basura y escasez de cemento para cerrar los nichos debidamente.
La situación se evidencia incluso en el Cementerio de Colón, en La Habana, que presenta un deterioro general y tampoco escapa de robos, saqueos y malos olores, según familiares de difuntos y empleados de la principal necrópolis de la isla, declarada Monumento Nacional en 1987.
El gobierno cubano admitió en 2018 que los más de 800 cementerios del país estaban colapsados.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: