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Una familia de Hialeah está consternada luego de que Argelio Bacallao, un anciano cubano de 90 años, disparara en la tarde del martes contra su esposa Onelia, de 80, y luego se suicidara. La anciana permanece hospitalizada en estado crítico.
“Lo que le ha pasado a nuestra familia es horrible. No quisiera que otras personas pasaran por esto”, dijo el hijo menor de la pareja, Anthony Bacallao, en declaraciones a America Tevé en las que reveló que sus padres estaban enfermos.
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Anthony explicó que su padre tenía cáncer y su madre padece Alzheimer, y cree que Argelio posiblemente tomó la decisión para no ser una carga para sus dos hijos.
El hombre dice que él y su hermano creyeron que le habían quitado al anciano la que pensaban que era la única arma que tenía su padre. Sin embargo, al parecer guardaba otra pistola, que fue la que acabó utilizando en el trágico incidente.
Según el testimonio del hijo de la pareja, después que los diagnosticaron con las enfermedades que padecían, su padre no querían que lo ayudaran, a pesar de lo cual lograron que el hijo mayor viviera con ellos para apoyarlos.
Sin embargo, Argelio esperó que su hijo saliera de la casa y pasadas las 3 de la tarde del 21 de febrero cometió el crimen en la residencia familiar, ubicada en el 902 este de la 14 place.
El hombre fue declarado muerto en el lugar, mientras que la anciana fue conducida al hospital Jackson Memorial, donde permanece en estado crítico.
Argelio y Onelia estaban juntos desde muy jóvenes, cuando ella tenía 15 años y ambos vivían en La Habana. En Florida el cubano fue propietario de un taller de mecánica.
Un vecino que vivió al lado de la pareja durante casi 50 años, dijo en declaraciones a Telemundo 51 que "eran dos almas que había mandado Dios a hacer el bien y que ellos eran fantásticos”.
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