Una enorme multitud concentrada afuera del conocido supermercado de 3ra y 70, en el exclusivo barrio de Miramar, en La Habana, se echó a correr desenfrenadamente cuando el local abrió sus puertas para tratar de comprar perro caliente.
El hecho ocurrió el viernes, y fue captado en un video grabado por un trabajador del mercado que estaba adentro.
"Se dice y no se cree, por perrito", se escucha decir a un hombre, antes de señalar que solo quedaba "un buchito nada más".
"El perrito que queda es el que está afuera", añadió otra empleada.
La grabación permite ver a cientos de personas corriendo desesperadamente para entrar, al igual que sucedió dentro del mercado, donde otro video permite ver cómo todos andaban apurados para tratar de conseguir el alimento.
"Esto sucedió ayer 24 de febrero en 3 y 70, celebrando un aniversario más del inicio de la guerra de independencia. La carga al machete por comprar paquete de perritos. Esa es la Cuba de hoy", dijo el usuario de Twitter identificado como La Aldea en el Área.
Estas tristes escenas son frecuentes en Cuba, donde la población sigue enfrentándose a una grave crisis alimentaria.
En septiembre pasado trascendió que la única fábrica productora de perros calientes en la Isla, radicada en Sancti Spíritus, solo produce para instalaciones de turismo y tiendas en moneda libremente convertible (MLC).
Para el llamado consumo social se elaboran "producciones paralelas" de "masa", picadillo, masa de hamburguesa y de chorizo, según declaró a la televisora local Centrovisión un funcionario de la empresa cuyo nombre y cargo no fueron revelados.
En redes sociales abundan las publicaciones de cubanos indignados ante tanta carencia de alimentos básicos, y sus altos precios en los mercados, situación que se une a otros problemas como los apagones o la falta de transporte.
En octubre, una cubana estalló contra la gestión del gobierno, luego de haber hecho una cola desde las 4.00 am para comprar lo que definió como "cuatro tristes tubos de picadillo".
"Madrugar, gente pasando frío, con tremenda necesidad de comida, hacer una cola horrible [..] para cuatro tristes tubos de picadillo. Tengo una indignación tan grande con esta vida paupérrima que a uno le ha tocado vivir", dijo en Facebook Yordanka Battle Moré, quien aseguró que hizo catarsis porque que ya no aguantaba más la situación de escasez y miseria.
"Esto da asco. Da grima. No hay nada más indignante para un ser humano que tener que estar fajándose por comida, tener que estar mendigando. Yo me prometí a mí misma que más nunca me iba a quedar callada porque lo que estoy es obstinada", subrayó.
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