La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) repatrió este domingo a 64 cubanos detenidos en varias operaciones marítimas frente a las costas de Florida la semana pasada.
La tripulación del escampavías Isaac Mayo devolvió a los balseros a Cuba luego de interceptarlos en las inmediaciones de los cayos de Florida, dijo el sitio oficial de Twitter del Séptimo Distrito de la USCG.
"Hacerse a la mar puede descalificarte para los nuevos programas de visa humanitaria. Utilice medios seguros y legales para venir a EE.UU.", alertó la agencia.
El pasado martes, tras una persecución nocturna, los agentes de la Patrulla Fronteriza en West Palm Beach interceptaron un barco con 12 migrantes a bordo.
La embarcación, en dirección oeste desde Bahamas, inicialmente trató de huir, pero tras una breve persecución, los agentes pudieron detenerla.
En otra operación ese mismo día, la Guardia Costera en Marathon impidió que otra balsa arribara ilegalmente a Estados Unidos.
El bote, llamado "El Diamante Negro", fue interceptado a 20 millas de Cayo Marathon y en las fotos se observaba en el interior de la embarcación a unas 15 personas, aunque la cifra exacta no fue precisada por las autoridades fronterizas.
Asimismo, en la última semana otros grupos de migrantes fueron devueltos a la isla, para un total de 98 entre el 17 y el 24 de febrero, mientras que las autoridades estadounidenses refuerzan los controles fronterizos para impedir el arribo de inmigrantes ilegales.
Desde el 1 de octubre de 2022, las tripulaciones de la Guardia Costera han interceptado a más 5,740 cubanos, una cifra elevada en comparación con años anteriores.
En menos de seis meses del año fiscal 2023, la estadística se acerca a la cifra registrada en todo el periodo fiscal anterior, que ya había batido récord con 6,182 migrantes cubanos interceptados del 1 de octubre de 2021 al 30 de septiembre de 2022.
Sin embargo, el número de balseros que se han aventurado a cruzar el Estrecho de Florida en febrero es inferior a los meses anteriores, cuando hasta seis embarcaciones cubanas eran detenidas diariamente y las cifras de repatriados semanales superaban los 500.
La drástica caída obedece a la nueva política migratoria del presidente Joe Biden, quien en enero habilitó un programa de parole humanitario para cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses, que implica sanciones de hasta cinco años sin poder pisar territorio estadounidense y la deportación inmediata para quienes lleguen ilegalmente a sus fronteras.
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