El periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso afirmó que tras cinco meses del paso del huracán Ian por Pinar del Río, falta mucho por hacer en cuanto a la recuperación de las viviendas afectadas.
"Hay familias que aún tienen por techo un nylon a merced del aire, otras ni eso. Hay proyectos admirables que iniciaron, pero aún no se traducen en viviendas dignas para los damnificados, y hay una preocupación mayor entre la gente por la falta de respuestas, en muchos casos, a sus problemas", dijo en su muro de Facebook.
El comunicador de la televisión cubana, quien es nacido en el territorio pinareño, aseguró que aunque hay un esfuerzo enorme de país para solucionar la situación causada por el ciclón, en este momento "no es el mismo empuje en la base".
"Pinar del Río tiene aún deudas con quienes les tocó la peor suerte durante los huracanes de 2002 y 2008 y un desastre reciente que afectó a más de 100 mil", recordó.
El vocero del régimen compartió fotos tomadas en el municipio San Luis, uno de los más afectados por el huracán, que muestran algunas casas ya reparadas, y otras que están sin techo y hasta sin paredes.
"Hacen falta muchas otras manos y voluntades que ayuden a continuar levantando a los pinareños", señaló.
Una de las iniciativas que se desarrollan llegó de la mano de estudiantes y profesores de la Escuela Taller de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), quienes están construyendo viviendas estilo bóveda, fijadas con yeso y cal, en el municipio de Viñales, territorio severamente afectado por el huracán.
Se trata de una técnica antigua, en la que la casa es levantada a base de ladrillos, con una cubierta en forma de bóveda, compuesta por dos capas de lozas de barro. La primera de ellas fijada con yeso, y la segunda con cemento, cal y arena.
Los impulsores del proyecto esperan que "sirva de motivación" para construir sin necesidad de emplear acero, ni madera para hacer encofrados, ni gravilla, ni hormigón, usando en cambio recursos locales como el barro, un recurso del que Pinar del Río posee abundantes yacimientos.
A finales de enero, casi el 80 por ciento de las viviendas dañadas por el huracán Ian seguían sin solución en Pinar del Río, según autoridades de la provincia.
Tras casi cuatro meses del paso del devastador ciclón, solo el 22.3 por ciento de las casas afectadas había recibido una solución, una cifra que abarcaba a más de 22,700 familias, frente a las más de 102,000 que siguen sin ver la salida a sus problemas.
Según el director provincial de Vivienda, Andrés Martín Carmona, los bajos resultados se deben a problemas en el proceso organizativo para la distribución de materiales y una lenta llegada de recursos pata atender las necesidades reconstructivas de las casas afectadas.
Esta semana el primer ministro Manuel Marrero reconoció el fracaso del programa de vivienda cuando dijo que "no se ha logrado avanzar" en esta tarea en el país.
"El programa de la vivienda en Cuba, es uno de los temas con más impacto social. Cada mes chequeamos su estado de cumplimiento en reunión con los gobernadores. Sabemos que nuestro pueblo espera mayores resultados, y para esto trabajamos" comentó Marrero en Twitter.
En una realidad social de extrema pobreza en Cuba, donde las personas no tienen recursos para restaurar sus viviendas, el gobierno no construye casas nuevas, pero potencia la edificación de costosos hoteles.
Vivian Rodríguez Salazar, directora general de Vivienda, detalló que en enero se terminaron solo 1,310 casas y apenas 159 células básicas habitacionales para familias vulnerables.
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