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La cancelación de la visita de altos funcionarios cubanos a la sede de la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) en Washington se debió estrictamente al retraso de un vuelo, aclaró la administración de Joe Biden.
“Se esperaba que la delegación cubana llegara el domingo 26 de febrero de 2023 a Washington, D.C., pero se retrasó hasta el lunes 27 de febrero debido a la cancelación de un vuelo. Debido al retraso en el viaje, la visita a la estación principal de la Guardia Costera fue cancelada”, declaró a CiberCuba un funcionario del Departamento de Estado.
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El funcionario informó que la delegación cubana pudo viajar a Wilmington, Carolina del Norte, el martes 28 de febrero, según el calendario previsto de la visita.
“Los días 1 y 2 de marzo, funcionarios del Ministerio del Interior, del Ministerio de Transporte y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba visitaron Estados Unidos para reunirse con funcionarios de la USCG y recorrer las instalaciones portuarias de Wilmington, NC, como parte del Programa Internacional de Seguridad Portuaria”, precisó la fuente.
La delegación cubana regresa este viernes a La Habana.
La aclaración del Departamento de Estado pone en entredicho las versiones extraoficiales de que la suspensión de la visita de los funcionarios de Tropas Guardafronteras de Cuba a Washington DC se debió a presiones de políticos cubanoamericanos y organizaciones de exiliados en Miami.
Algunos reportes basados en fuentes congresionales llegaron incluso a afirmar que el acortamiento de la visita estuvo motivado por temores de que el gobierno cubano dejara de aceptar las devoluciones de balseros y suspendiera los acuerdos bilaterales de deportación.
El miércoles, cuando CiberCuba abordó a un funcionario gubernamental en Washington para comentar sobre el asunto, la fuente se limitó a decir, bajo condición de animato, que “se ha suspendido el recorrido a la base de la Guardia Costera en Washington DC y se mantiene la visita prevista a la estación y la zona portuaria de Wilmington, Carolina del Norte”.
El Departamento de Estado declinó comentar entonces sobre el tema y transmitió su versión de los hechos en la declaración de este jueves.
El funcionario explicó que la visita de la delegación cubana se inscribe en los esfuerzos por reducir los riesgos para los intereses marítimos de Estados Unidos, incluidos los puertos y buques estadounidenses, y facilitar un comercio marítimo seguro a escala mundial.
Funcionarios estadounidenses habían visitado recientemente Cuba como parte del llamado Programa Internacional de Seguridad Portuaria y también representantes del gobierno cubano estuvieron previamente en Estados Unidos como parte de ese proyecto en 2019, durante la administración de Donald Trump.
“Como lo exige la ley, la USCG realiza evaluaciones de puertos extranjeros y proporciona reciprocidad de acceso para avanzar en la misión de seguridad nacional y antiterrorismo del Departamento de Seguridad Nacional [DHS]”, escribió el funcionario en el mensaje enviado a CiberCuba. “Funcionarios de la USCG visitaron Cuba y realizaron una evaluación cíclica de la seguridad portuaria en enero, supeditada a esta reciprocidad, de la misma manera que las visitas que tuvieron lugar en 2019”.
La USCG realiza esas evaluaciones para medir la efectividad de las medidas antiterroristas mantenidas en puertos extranjeros, agregó el funcionario.
La presencia de la delegación cubana en territorio de Estados Unidos había desatado una ola de críticas del senador Marco Rubio y los representantes María Elvira Salazar, Carlos Giménez y Mario Díaz- Balart, quienes cuestionaron que representantes de un régimen enlistado como patrocinador del terrorismo por el Departamento de Estado puedan recorrer instalaciones federales e informarse de la capacidad tecnológica estadounidense.
El viaje de los funcionarios cubanos coincidió con un momento de expectativas sobre la posible flexibilización de la política de Washington hacia el régimen de Miguel Díaz-Canel, sacando a Cuba de la lista de naciones patrocinadoras del terrorismo.
A cambio, el gobierno cubano pudiera liberar numerosos presos políticos, entre ellos decenas de ciudadanos condenados por participar en las protestas masivas del 11 de julio de 2021, algo que forma parte de una gestión de la Iglesia Católica.
El pasado enero se reanudaron en La Habana las reuniones de alto nivel entre Estados Unidos y Cuba para tratar asuntos de interés bilateral sobre aplicación de la ley.
La administración Biden recordó previamente que estos encuentros no son una novedad, ni representan un cambio en la política de Estados Unidos hacia Cuba.
El gobierno cubano no ha mencionado hasta ahora el viaje de su delegación a Estados Unidos esta semana.
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