Menos de 500,000 turistas visitaron Cuba en los primeros meses de 2023, lo cual representa, según el régimen, la mitad de las cifras acumuladas en el mismo período en 2019.
Según trascendió en un texto del medio oficialista Cubadebate, en enero se recibieron poco más de 246,000 visitantes extranjeros y en febrero 489,000, que aunque representan el doble de la cifra del año anterior, no alcanza para llegar a la meta de tres millones prevista por el Ministerio de Turismo.
De acuerdo con la información de Cubadebate, el turismo canadiense, el principal mercado del sector en la isla, alcanzó un 80% con respecto al año 2019, un hecho que desaprueban algunos senadores canadienses que consideran que sus ciudadanos de visita en Cuba contribuyen a apoyar el régimen autoritario del país.
Más de la mitad de los visitantes internacionales se concentra en tres mercados, principalmente, Canadá (252,650), los cubanos residentes en el exterior (51,187) y Estados Unidos (24,451).
"Los arribos desde los mercados tradicionales de Europa mantienen bajas cifras en las llegadas, debido a la no recuperación de los viajes de larga distancia desde el viejo continente y la insuficiencia de las conexiones aéreas, entre otras causas: Reino Unido (13,596), Alemania (13,585), Francia (13,103), Italia (11,373), España (10,613) y Rusia (20,589)", precisó el texto.
Para alcanzar la cifra de tres millones pretendida por el gobierno, en el primer cuatrimestre del año deberían llegar aproximadamente 1,475,000 visitantes, pero incluso así, las estadísticas seguirían situándose por debajo de los cuatro millones de turistas que arribaban a Cuba en el período prepandemia.
En 2022 llegaron a la Isla 1,614,087 turistas, una cifra por debajo de los objetivos del gobierno, que tuvo incluso que reajustar la cantidad inicial de visitantes esperados (2.5 millones) al ver que sería imposible cumplirla, y bajarla a 1.7 millones.
Del total de visitantes, 532,487 fueron canadienses.
Entre los visitantes extranjeros prevalecen las quejas por el contexto de escasez que sufren a su arribo a la isla.
Una turista británica relató su experiencia luego de estar tres días tratando de encontrar combustible para su carro y un cubano expuso su poco gratificante estancia en un hotel de Guantánamo donde no había pan ni azúcar para el desayuno.
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