Unos 67,500 niños cubanos menores de dos años, residentes en la región oriental del país, se beneficiarán de una donación de leche en polvo procedente de Francia.
El donativo, de 98 toneladas, está valorado en unos 500 mil euros y el gobierno francés lo tramitó a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), de Naciones Unidas.
"Ayudará a niñas y niños cubanos de las provincias orientales a acceder a una dieta más nutritiva", escribió en Facebook la representación diplomática francesa en La Habana.
El Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL) de Cuba, en representación del gobierno, agradeció a Francia por la donación.
La crisis alimentaria de Cuba solo es paleada, de manera temporal, con donativos procedentes de países aliados, que colaboran con el pueblo ante la incapacidad del gobierno cubano de producir lo que se necesita.
A finales de febrero, la Administración General de Reservas Estatales de Vietnam anunció el envío de cinco mil toneladas de arroz a Cuba, que no cuenta en sus almacenes con este cereal ni es capaz de incrementar los niveles de producción.
El alimento se vende en el mercado informal en precios impagables para muchos, y hay regiones del país donde alcanza hasta los 250 pesos la libra; aunque algunos gobiernos locales decidieron topar los precios, para detener la inflación.
En febrero llegó a Cuba un cargamento procedente de Rusia con unas 25 toneladas de trigo, en medio de la guerra que ese país tiene con Ucrania.
El Ministerio de Emergencias ruso destinó más de 11 millones de dólares para la compra y envío del producto a La Habana, que no tiene materias primas para la elaboración de panes y dulces y debe acudir a la harina de yuca, entre otros inventos, y satisfacer la alta demanda de los ciudadanos.
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