El Teatro Nacional de Cuba se filtra y cuando llueve en La Habana los músicos que ensayan allí se mojan, al igual que sus instrumentos y partituras.
"Mientras jugaban los aseres, músicos, pianos, instrumentos de cuerdas y eléctricos, todos mojados", denunció en Twitter un usuario que se identifica como Liborio en Cuba.
El internauta compartió un video en el que se ven los efectos de la lluvia dentro del emblemático teatro, sede provisional de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba.
El agua se precipita desde el techo y cae sobre los atriles, humedeciendo partituras e instrumentos musicales, frente a la mirada de los músicos que sufren la desidia y el abandono institucional, que otros cubanos denuncian en redes sociales.
"El Karl Marx y el Gran Teatro cerrados por comején, (también comején en el Nacional), el Amadeo destruido,...¿quién responde?", preguntó el internauta.
CiberCuba escribió a la dirección de teatro para contrastar esta información, pero hasta el momento no han respondido los mensajes enviados.
El Teatro Nacional de Cuba abrió sus puertas en septiembre de 1979, con una gala para las delegaciones a la Sexta Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). Se compone de dos salas: la más grande lleva el nombre de la escritora hispano-cubana "Gertrudis Gómez de Avellaneda" y la más pequeña, el actor cubano "Francisco Covarrubias".
Su construcción se aprobó en 1951, bajo la administración de Carlos Prío Socarrás, y aunque las obras comenzaron al siguiente año, inspirado en el Radio City Music Hall, de Nueva York, se demoró más de lo previsto y en 1959 faltaba gran parte de la obra.
La situación de los teatros en Cuba es cada vez más crítica y los ciudadanos se dan cuenta del problema y denuncian al gobierno por invertir recursos solo en hoteles y sitios turísticos.
El Gran Teatro de La Habana "Alicia Alonso", continúa cerrado al público porque el falso techo de la sala "García Lorca" tiene comején y hay una losa con desprendimiento, según explicó el subdirector Enmanuel George.
Otro teatro que permanece cerrado al público, al menos desde 2014, es el Auditorium "Amadeo Roldán", sede de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, porque la estructura se encontraba en peligro de derrumbe, informó ese año el periódico 14ymedio.
Mientras el edificio languidecía, a pocos metros se construía el lujoso hotel Grand Aston La Habana, destinado al turismo internacional, situación que criticó Diario de Cuba.
En 2020, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, prometió que en el primer trimestre de 2022 ese teatro estaría abierto al público, luego que se lograra estabilizar la estructura, aunque reconoció que quedaba pendiente la restauración de fachada, acondicionamiento interno e instalación de tecnología y mobiliario. Desde entonces los medios oficiales han olvidado el tema.
La crisis no es solo un problema en La Habana: en Santiago de Cuba la Sala "Dolores" está cerrada al público por peligro de derrumbe, sin que las autoridades inviertan en su conservación y restauración.
Humedad en los techos, grietas en las paredes, sistemas de ventilación destruidos, tejas rotas, vigas de madera podridas y escombros son el panorama actual de uno de los lugares con mejor acústica del país.
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