Dos cubanos a bordo de un ala delta motorizado aterrizaron la mañana de este sábado en el aeropuerto de Cayo Hueso, al sur de Florida, informaron las autoridades estadounidenses.
Según informó en su cuenta de Twitter Walter N. Slosar, jefe del sector Miami de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (USBP), los dos inmigrantes fueron puestos bajo custodia.
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"No se ha informado de heridos", precisó el funcionario, que agradeció el respaldo brindado por las autoridades de la Oficina del Sheriff del condado de Monroe.
El arribo de los dos cubanos se produjo cerca de las 10:30 a.m., según dijeron las autoridades policiales. El aeropuerto de Cayo Hueso informó que el arribo del artefacto no causó interrupciones en las operaciones de la terminal.
“No hubo ninguna interrupción en el servicio y las operaciones continúan su ritmo normal”, dijo Richard Strickland, director de operaciones aeroportuarios del condado de Monroe, a través de un comunicado difundido por el Aeropuerto de Cayo Hueso.
Hasta el momento no se han informado más detalles de la riesgosa aventura de los dos aeronautas, que se enfrentan al riesgo de ser deportados. No se precisó el lugar de salida ni la hora aproximada del viaje realizado.
Los ala delta con motor están formados por un parapente motorizado unido a un arnés especial. Sus alas flexibles, similares a las de los planeadores, permiten realizar largas distancias y su armazón les confiere gran estabilidad.
Según explica el portal especializado deportesriesgo, "gracias a su ala aerodinámica y a la posición del piloto, el ala delta permite alcanzar una gran velocidad. Viajando a una velocidad de hasta 128 km/h, las alas delta te permiten planear más rápido de lo que es posible con un parapente".
El récord de mayor distancia en este implemento data del 3 de julio de 2012, y lo logró el estadounidense Dustin Martin, que se desplazó 475 millas (764 kilómetros) en Texas, superando la marca anterior, de 700 kilómetros, fijada 12 años atrás.
El último cubano que llegó de manera ilegal a Estados Unidos por vía aérea fue el piloto Rubén Martínez, que escapó en octubre pasado de Cuba en una avioneta de fumigación.
Martínez, natural de Santa Clara y piloto de la Empresa Cubana de Servicios Aéreos (ENSA), inició el vuelo en el aeropuerto de Sancti Spíritus, y tras cumplir inicialmente con su plan de trabajo, despegó rumbo a Florida.
Cuatro meses después, un juez de inmigración le concedió asilo político, luego que las autoridades le negaran la fianza dos veces y lo mandaran a un centro de detención para inmigrantes, tras presentarse en la corte bajo cargos de entrada ilegal al país.
No todos los cubanos que han llegado a Estados Unidos en medios inusuales han corrido la misma buena suerte.
En 2021, las autoridades de ese país repatriaron a Yanet Biton, quien escapó de la Isla en una moto acuática.
En la historia reciente de la inmigración irregular cubana a Estados Unidos se cuentan aventuras como las de los llamados carronautas, quienes adaptaron antiguos vehículos para la travesía marítima por el estrecho de Florida hace más de una década, así como la de Sandra de los Santos, que voló metida dentro de una caja de DHL desde Bahamas a Miami, en 2004.
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