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El periodista y profesor cubano José Luis Tan Estrada denunció la situación de la escuela primaria Pepito Mendoza García, de la ciudad de Camagüey, donde la cocina en la que se elabora la comida para niños y trabajadores está al aire libre, "bajo lluvia, sol y sereno".
Fuentes que hablaron bajo el anonimato le revelaron que la única respuesta de Educación en la provincia y del gobierno es que no hay presupuesto para reparar el local.
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"En una reunión con los trabajadores del centro educativo, informaron que ni el país, ni la provincia, ni Educación tienen presupuesto para arreglar nada, que algún día se arreglará", detalló en su blog Tanteando Cuba.
José Luis cuestionó la respuesta de las autoridades, mientras en el territorio se gastan grandes sumas en conciertos de artistas como Cándido Fabré o los Van Van.
"Así como en la confección de carteles y propagandas políticas para la farsa electoral el día 26 de marzo. Además, priorizan obras constructivas y pantallas gigantes valoradas en millones de pesos", dijo.
El reportero cuestionó que dentro del presupuesto del Estado no se le haya asignado una cantidad a la cocina del colegio.
"¿Realmente se le da prioridad al sector educacional en el territorio? ¿Cómo es posible que en Camagüey las autoridades se presten constantemente para el show mediático del 'todo está bien' y para las etiquetas y hashtags vacíos de #MejorEsPosible y por el estilo, con este panorama en sus mismas narices?", concluyó.
En septiembre pasado, una maestra de primaria en Holguín denunció que los niños de preescolar debían recibir clases al aire libre porque su escuela estaba en peligro de derrumbe.
El hecho ocurrió en la escuela Belisario Grave de Peralta, ubicada en carretera de Gibara, en el poblado rural de Camarones, a unos seis kilómetros de la ciudad capital.
"Cómo es posible que haya reiniciado el curso escolar y aún en mi centro de trabajo sigan los niños de preescolar bajo la mata de mango, por peligro de derrumbe", dijo en Facebook la maestra Melissa Cabrera Marrades.
Melissa mostró fotos de los pequeños, de cuatro y cinco años, en sus sillas y mesas bajo la sombra de los árboles, y señaló que antes de empezar el curso la escuela informó a las autoridades pertinentes sobre la situación.
"La escuela se está cayendo. Por negligencia de instancia superior que conocen de la situación", aseguró.
A pesar de que el colegio está en pésimas condiciones constructivas y en peligro de derrumbe desde el pasado curso escolar, durante el verano el Ministerio de Educación no hizo nada para evitar que también el nuevo curso los niños estuvieran al aire libre, como pasó en los últimos meses del año académico anterior.
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