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Empresas estatales de Las Tunas pagaron en enero más de 29 millones de pesos en salarios, sin contar con los respaldos productivos suficientes, reveló el Periódico 26.
Avícola, Farmacia y Óptica, Construcción y Montaje, Agroforestal, Tabaco Torcido, Acopio, la Mayorista de Alimentos, Materias Primas, la Eléctrica; Duralmet, Servicios a la población, Comercio en Manatí, Jesús Menéndez y Amancio, así como varias entidades azucareras y agropecuarias son algunas de las 25 empresas que cometieron la infracción.
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La prensa oficialista en esa provincia fue crítica con la situación y tildó de indisciplina e ilegal que estas empresas paguen más de lo que pueden obtener.
"Cuando se hace un pago sin respaldo productivo se deteriora el indicador de gasto de salario por peso de valor agregado bruto, y es porque literalmente no se está produciendo", escribió el periodista Miguel Díaz Nápoles.
El problema motivó un análisis con los directores de esas empresas, aunque el reportero oficialista dijo que no fue riguroso y los responsables del problema siguen sin dar una respuesta efectiva.
"Cuando se paga por lo que no se hizo se le está robando al Estado. ¿Entonces por qué el descontrol y la falta de exigencia, primero de los directores, los consejos de dirección y los departamentos económicos? ¿Qué han hecho los núcleos del Partido en esas empresas, y las secciones sindicales? Evidentemente es un dinero que no duele porque nadie tiene que ponerlo de su bolsillo", mencionó Díaz Nápoles, aunque esta última idea es errada, porque el dinero público lo pagan todos los ciudadanos.
El análisis concluyó que a pesar de los problemas existentes en el país, "hay que encontrar fórmulas para reorientar las labores y encontrar otras opciones que permitan sustentar los salarios".
Cuba enfrenta una inflación sin precedentes y es una de las menos controladas de la región, a partir de la aplicación de la Tarea Ordenamiento, que eliminó subsidios, unificó el CUP con el CUC e incrementó salarios sin un respaldo productivo, entre otras.
A pesar de las advertencias hechas por economistas por las consecuencias negativas que tendría, La Habana continuó adelante con su propuesta y empobreció más a los cubanos y llevó a empresas estatales a tener pérdidas millonarias, porque se encontraron con un panorama insostenible.
Para intentar controlar la inflación, el gobierno topa precios de alimentos y servicios, que solo desmotivan la producción y aumentan la escasez, en un país donde la demanda es cada vez más creciente.
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